Por Colectivo Mujeres de Asfalto Amandla Medio

Arte: Pilar Emitxin

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La provincia de Esmeraldas se encuentra en la costa pacífica norte del Ecuador, frontera con Colombia. Esta provincia reúne una población mayoritariamente afrodescendiente y recoge los índices de pobreza más altos del país. Con tasas de desempleo muy elevadas, viviendas precarias y falta de servicios básicos, problemas de acceso a derechos básicos como educación y salud, una de las tasas mas altas de embarazo adolescente. 

Hablar de Esmeraldas en estos momentos es hablar de abandono histórico y racismo institucionalizado, todo se paraliza menos la explotación de recursos esos mismos recursos que sostienen a una elite y no se ven reflejados en la provincia, pero precariza la vida de quienes habitamos EL TERRITORIO. 

Históricamente, Esmeraldas es una de las provincias del Ecuador que más sufre el abandono del Estado: el racismo, la inseguridad, la falta de políticas efectivas para su desarrollo social, económico y el acceso a una vivienda digna. En Esmeraldas, según el Plan de Desarrollo y ordenamiento territorial de la provincia del 2013, el 98% de las necesidades básicas están insatisfechas, la tasa de mortalidad infantil es de 37,2% —mientras que la media nacional es de 32,1%— y la tasa de analfabetismo de personas de 15 años en adelante fue de 8,3%.

Las condiciones de vida  en los sectores de las periferias y comunidades rurales esmeraldeñas se ven aún más afectadas por los eventos naturales ocurridos, que dejan en evidencia la urgencia de una intervención estatal integral. Hagamos un recuento de los últimos eventos. 

En el 2013, un alud dejó como saldo la muerte de 13 personas en la comunidad de Tabete, en el cantón de Esmeraldas. Múltiples familias perdieron sus viviendas. Hasta la actualidad hay familias que continúan en albergues esperando por una respuesta que les permita recuperar su vida. 

En enero del 2016, el desbordamiento de los ríos Tabiazo y Esmeraldas afectó las casas de barrios populosos en el cantón de Esmeraldas. Diecisiete familias que lo perdieron todo aún no encuentran un nuevo hogar y han pasado por cuatro albergues y su supervivencia ha dependido de aportes voluntarios del sector privado, iniciativas ciudadanas, entre otros. Tres meses después, 16 de abril del 2016, el terremoto evidenció aún más las deudas del Estado en Esmeraldas, resaltando con gran preocupación los puntos del epicentro. 

Y, el 26 de marzo pasado, se registró un sismo de magnitud 6.0 en el cantón Esmeraldas, según lo reportó el Instituto Geofísico de Ecuador. El movimiento telúrico ocurrió a 10 kilómetros de profundidad en el océano Pacífico y a 11,79 kilómetros de esa ciudad. Nuevamente puso en pánico a la ciudadanía y, otra vez, la ausencia del Estado. 

La lentitud de respuestas y las medidas poco acertadas (municipio, prefectura y presidencia) han hecho que la ciudadanía exija una intervención estatal eficaz y que el regreso a la “normalidad” sea con trato digno. 

Tres días después del reciente sismo, el Mandatario expresó que la responsabilidad de su administración es apoyar a las y los ciudadanos en momentos de angustia y por eso “denunciamos actos de evasión tributaria porque aquellos que cometen ese delito, les dan la espalda a los ecuatorianos; aquellos que pidieron o exigieron dinero a cambio de votos son aquellos que no comprenden que esos recursos sagrados son del pueblo y que deben estar a disposición para estas situaciones de desastre (…) Por fortuna el gobierno no necesita de la Asamblea para dar la mano en lo urgente, porque si no imagínense, la ayuda no les llegaría nunca”. 

Hasta la fecha sin respuesta. 

Una provincia que se desangra 

La provincia Esmeraldas al igual que el resto del país, viene saliendo de una crisis de emergencia sanitaria que debilitó gravemente la economía y estabilidad de la sociedad, sobre todo de quienes no tenían trabajo y vivían del día a día, pero cuando la situación de salud parecía mejorar y retomar la normalidad, los ciudadanos se vieron amedrentados y aterrorizados por bandas delictivas que operan dentro del territorio provincial y que buscan poder tener el control total para realizar actividades ilícitas como el narcotráfico, extorsión, sicariatos y  otros.

Solo en lo que va del año 2022, se han reportado 188 muertes violentas, en la mayoría de ellas, los occisos han sido personas con antecedentes penales, lo que el comandante de la Subzona Esmeraldas número 8, Javier Buitrón Flores, denomina ‘Disputa de bandas’. En el año 2021, los asesinatos en la ‘Provincia Verde’, ascendieron a 149, según las cifras del Ministerio de Gobierno y Policía Nacional, siendo Esmeraldas el cantón con los índices más elevados de los 7 que conforman dicha jurisdicción territorial. Teniendo en cuenta que en estos primeros 5 meses ya se ha superado esta cifra, se estima que se culmine el año con aproximadamente 500 crímenes de sangre. 

Robos y violencia de género 

Pero las motivaciones de estos asesinatos no son sólo bajo encargo o por ajuste de cuentas, han existido unos cuantos que se producen cuando el ciudadano se niega a entregar sus pertenencias bajo intimidación. Es así como en el año 2021 se registraron 1801 robos, entre ellos: robo a personas, robos a domicilios, robo de carros, robo de motos, robo de autopartes y robo a unidades económicas; produciéndose en su mayoría en el mes de diciembre. En lo que va del año, ya se reportan 585 robos en la provincia, lo que ha causado que locales comerciales cierren sus puertas de forma masiva, al ser víctimas de robo y extorsión. 

Según los registros del Servicio Integrado de Seguridad Ecu 911, en el año anterior se recibieron 35 mil 950 llamadas por seguridad ciudadana, es decir, los esmeraldeños llamaban a esta Línea Única de Emergencias para reportar robos, balaceras, asesinatos, entre otras acciones que ponen en riesgo su vida. Hasta el 23 de mayo del presente año, este ente ha recibido 31 mil 774 llamadas por la misma causa, siendo evidente el aumento de la inseguridad en la localidad. 

No obstante, hay otras cuestiones que preocupan, como es la violencia de género de la que son víctimas las mujeres y con más frecuencia las mujeres negras; en el 2021, hubieron 13 femicidios, 151 delitos de violencia intrafamiliar, 263 de violación y 186 de abuso sexual, todos estos delitos teniendo como principal área de acción los cantones Esmeraldas y Quinindé, según los datos de la Fiscalía General del Estado.

Sin embargo, volviendo a tomar como referencia los datos del ECU 911, en este mismo año se presentaron 2 mil 255 llamadas de emergencia por violencia intrafamiliar, ante esto el jefe local de la Institución en referencia, Alex Estupiñán, ha explicado que esta situación tiene relación con la emergencia sanitaria y el confinamiento que se vivió el año anterior, teniendo en cuenta este dato, las cifras de este año debieron reducirse, pero la realidad es otra, son ya mil 974 gritos de auxilio por violencia doméstica, lo que implica que al finalizar este periodo, la cifra se duplicaría. 

Las conclusiones son claras, la violencia intrafamiliar es constante, pero hay una gran brecha entre los llamados de emergencia y las denuncias, más aún las sentencias en este tipo de delitos, al ser una realidad que se vive puertas adentro y en la que muchas veces las víctimas no tienen forma de probar la difícil situación por la que han venido atravesando y que en ocasiones les ha costado la vida. 

Incumplimiento 

La última tragedia ocurrida en Esmeraldas, se dio cuando muchos ciudadanos se predisponen a dormir, eran exactamente las 23h28 del 26 de marzo del presente año, cuando un sismo de magnitud 6.0 en la escala de Richter sacudió a la cabecera cantonal e incluso hubo reportes desde otros cantones de la provincia. 

El último Informe Situacional del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias con fecha 13 de mayo del 2022, señala que 9 mil 778 personas se vieron afectadas por este sismo en Esmeraldas, Atacames y Rioverde.

Emergencia por la cual el presidente de la república, Guillermo Lasso Mendoza visitó en dos ocasiones el sector de la Delgadillo y Novena, mismo que ha sido denominado como el ‘Punto Cero’, la primera visita la realizó el lunes 28 de marzo, en donde prometió varios bonos y la construcción y reconstrucción de viviendas a los afectados, la segunda visita, fue el 11 de abril en donde ya se realizó la entrega simbólica de cheques a varios moradores del lugar. 

El Primer Mandatario hizo un ofrecimiento de 270 dólares como parte del bono de contingencia, pero el que se entregó fue de 257 dólares con 32 centavos, esto se debería a que se toma en consideración la mitad de valor actual de la canasta familiar vital. Otro incumplimiento fue el ofrecimiento del bono de arriendo, propuesta que quedó en la nada, incluso los damnificados del sismo que estuvieron varias semanas en los albergues Margarita Cortez y Luis Vargas Torres, fueron desalojados para que los estudiantes de dichos planteles educativos puedan retomar las clases presenciales. 

El 19 de mayo, el ministro de Desarrollo Urbano y Vivienda, Darío Herrera, en compañía del gerente de la empresa Estatal Creamos Vivienda EP, Andrés Pino; la gobernadora, Tania Obando y la alcaldesa, Lucia Sosa, firmó el convenio de Transferencia de Recursos para Atención de Emergencias, mismo que pone a disposición USD 5.2 millones para la reparación de viviendas afectadas en 20 puntos del país. 

Actualmente solo 4 viviendas han sido reconstruidas como parte del Plan Piloto, existen 8 mil 104 hogares más que están a la espera de que este proyecto inicie para poder tener un espacio digno donde habitar. 

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Esmeraldas em Crise, após pandemia, execuções e terremotos

Arte: Pilar Emixin

Por Colectivo Mujeres de Asfalto Amandla Medio

A província de Esmeraldas está localizada na costa norte do Pacífico do Equador, na fronteira com a Colômbia. Ela possui uma população majoritariamente afrodescendente e tem as maiores taxas de pobreza do país. Com taxas de desemprego muito altas, moradia precária e falta de serviços básicos, problemas de acesso a direitos básicos como educação e saúde, um dos maiores índices de gravidez na adolescência.

Falar de Esmeraldas neste momento é falar de abandono histórico e racismo institucionalizado. Tudo está paralisado, menos a exploração de recursos. Esses mesmos recursos que sustentam uma elite sem se refletir na província, mas que precariza a vida de nós que habitamos O TERRITÓRIO.

Historicamente, Esmeraldas é uma das províncias do Equador que mais sofre com o abandono do Estado: racismo, insegurança, falta de políticas efetivas para seu desenvolvimento social e econômico e acesso à moradia digna. Em Esmeraldas, segundo o Plano de Desenvolvimento Provincial e Ordenamento do Território de 2013, 98% das necessidades básicas não estão atendidas, a taxa de mortalidade infantil é de 37,2% — enquanto a média nacional é de 32,1% — e a taxa de analfabetismo para pessoas com 15 ou mais era de 8,3 %.

As condições de vida nos setores periféricos e comunidades rurais de Esmeraldas são ainda mais afetadas pelos eventos naturais ocorridos, que evidenciam a urgência de uma intervenção estatal integral. Vamos contar os últimos acontecimentos.

Em 2013, uma avalanche deixou 13 mortos na comunidade de Tabete, no município de Esmeraldas. Várias famílias perderam suas casas. Até hoje, há famílias que continuam em abrigos à espera de uma resposta que lhes permita recuperar as suas vidas.

Em janeiro de 2016, o transbordamento dos rios Tabiazo e Esmeraldas afetou as casas de bairros populosos na região de Esmeraldas. Dezessete famílias que perderam tudo ainda não encontraram um novo lar e passaram por quatro abrigos e sua sobrevivência tem dependido de contribuições voluntárias do setor privado, iniciativas cidadãs, entre outros. Três meses depois, em 16 de abril de 2016, o terremoto expôs ainda mais as dívidas do Estado em Esmeraldas, destacando com grande preocupação os pontos do epicentro.

E, no último dia 26 de março, um terremoto de magnitude 6,0 foi registrado no município de Esmeraldas, conforme relatado pelo Instituto Geofísico do Equador. O movimento telúrico ocorreu a uma profundidade de 10 Km no Oceano Pacífico e a 11,79 Km daquela cidade. Novamente colocou os cidadãos em pânico e, novamente, a ausência do Estado.

A lentidão das respostas e as medidas pouco acertadas (município, prefeitura e presidência) fizeram com que a população exigisse uma intervenção efetiva do Estado e que o retorno à “normalidade” fosse tratado com dignidade.

Três dias após o recente terremoto, o presidente afirmou que a responsabilidade de seu governo é apoiar os cidadãos em tempos de angústia e por isso “denunciamos os atos de evasão fiscal, porque aqueles que cometem esse crime dão as costas aos equatorianos; aqueles que pediram ou exigiram dinheiro em troca de votos são aqueles que não entendem que esses recursos sagrados pertencem ao povo e que devem estar disponíveis para essas situações de desastre (…) Felizmente, o governo não precisa da Assembleia para dar a mão no que for urgente, porque, se não,  imaginem, a ajuda nunca chegaria”.

Até o momento, nenhuma resposta.

Uma província que sangra

A província de Esmeraldas, como o resto do país, vem saindo de uma crise de emergência sanitária que debilitou gravemente a economia e a estabilidade da sociedade, principalmente a de quem não tinha emprego e vivia do dia-a-dia. No entanto, quando a situação de saúde parecia melhorar e voltar à normalidade, os cidadãos foram intimidados e aterrorizados por quadrilhas criminosas que atuam no território provincial e buscam ter o controle total para realizar atividades ilícitas, como tráfico de drogas, extorsão, assassinos de aluguel e outros.

Só até agora no ano de 2022, foram registradas 188 mortes violentas, a maioria de pessoas com antecedentes criminais, o que o comandante da Subzona Esmeraldas número 8, Javier Buitrón Flores, chama de ‘Disputa de bandas’. 

Em 2021, os homicídios na ‘Província Verde’ subiram a 149, segundo dados do Ministério do Governo e da Polícia Nacional, sendo Esmeraldas a cidade com as taxas mais elevadas dentre as sete que compõem essa jurisdição territorial. Levando em consideração que este número já foi ultrapassado nos nesses primeiros cinco meses, estima-se que o ano termine com cerca de 500 crimes de sangue.

Roubos e violência de gênero

Mas as motivações para esses assassinatos não são apenas acertos de conta ou mortes encomendadas. Tem acontecido uns quantos quando o cidadão se recusa a entregar seus pertences sob intimidação. Assim, em 2021, foram registrados 1.801 roubos, entre eles: a pessoas, de residências, de carros, de motocicletas, de autopeças e roubo a unidades econômicas; a maioria ocorrida no mês de dezembro. Até agora, neste ano, já foram registrados 585 roubos na província, o que fez com que estabelecimentos comerciais fechassem suas portas em massa, por serem vítimas de roubo e extorsão.

De acordo com os registros do Serviço Integrado de Segurança Ecu 911, no ano passado, foram recebidas 35.950 ligações para segurança cidadã, ou seja, a população de Esmeraldas acionou esta Linha Única de Emergência para denunciar roubos, tiroteios, assassinatos, entre outras ações que colocam suas vidas em risco. Até 23 de maio deste ano, esta entidade recebeu 31.774 ligações pelo mesmo motivo, sendo evidente o aumento da insegurança na região.

Contudo, há outras questões preocupantes, como a violência de gênero, da qual as mulheres são vítimas e, mais frequentemente, as mulheres negras. Em 2021, houve 13 feminicídios, 151 crimes de violência doméstica, 263 estupros e 186 abusos sexuais, todos esses crimes tendo as localidades de Esmeraldas e Quinindé como principal área de atuação, segundo dados da Procuradoria Geral do Estado.

No entanto, tomando como referência os dados do ECU 911, neste mesmo ano houve 2.255 atendimentos de emergência por violência intrafamiliar, dado isso, o chefe local da Instituição em questão, Alex Estupiñán, explicou que esta situação está relacionada à emergência sanitária e ao confinamento que se viveu no ano passado. Com base nesses dados, os índices deste ano deveriam ter reduzido, mas a realidade é outra, já são 1.974 pedidos de socorro por violência doméstica, o que implica que, no final desse período, o número deve dobrar.

As conclusões são claras, a violência doméstica é constante, mas há uma grande distância entre os chamados de emergência e as denúncias, ainda mais as sentenças nesse tipo de crime, pois é uma realidade que se vive a portas fechadas e na qual, muitas vezes, as vítimas não têm como provar a situação difícil pela qual estão passando e que às vezes lhes custou a vida.

Violação de direitos

A última tragédia ocorrida em Esmeraldas aconteceu quando muitos cidadãos estavam dormindo. Eram exatamente 23h28 do dia 26 de março deste ano, quando um terremoto de magnitude 6,0 na escala Richter sacudiu a capital. Houve até relatos de outros cantões da província. 

O último Relatório Situacional do Serviço Nacional de Gestão de Riscos e Emergências, datado de 13 de maio de 2022, indica que 9.778 pessoas foram afetadas por este terremoto em Esmeraldas, Atacames e Rioverde.

Emergência pela qual o Presidente da República, Guillermo Lasso Mendoza, visitou duas vezes o setor Delgadillo e Novena, que tem sido chamado de ‘Punto Cero’. A primeira visita foi feita na segunda-feira, 28 de março, onde prometeu vários auxílios e a construção e reconstrução de casas às pessoas atingidas. A segunda visita foi no dia 11 de abril, onde já foi feita a entrega simbólica de cheques a vários moradores do local.

O Presidente fez uma oferta de 270 dólares como parte do auxílio de contingência, mas o valor que foi entregue foi de U$257,32. Isso porque se teria levado em consideração a metade do valor atual cesta básica familiar. Outra violação foi a oferta do auxílio-aluguel, proposta que não deu em nada. Inclusive as vítimas do terremoto que passaram várias semanas nos abrigos Margarita Cortez e Luis Vargas Torres foram despejadas, para que os alunos dos referidos estabelecimentos de ensino possam retomar as aulas presenciais.

No dia 19 de maio, o Ministro de Desenvolvimento Urbano e Habitação, Darío Herrera, acompanhado do gerente da estatal Creamos Vivienda EP, Andrés Pino; a governadora, Tania Obando e a prefeita, Lucia Sosa, assinaram o convênio de Repasse de Recursos para Atendimento Emergencial, que disponibiliza US$ 5,2 milhões para a reparação de casas afetadas em 20 pontos do país.

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