
Fotografía: Medios Libres – Cali
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Son largas las noches en Colombia, desde que se convocó el paro nacional el 28 de abril, un insomnio colectivo golpea noche tras noche al país.
A pesar de los intentos persuasivos del fallo del Tribunal Superior de Cundinamarca y algunos dirigentes políticos para evitar las manifestaciones, ni la pandemia, ni la lluvia, lograron detener a las movilizaciones sociales a lo largo y ancho del territorio nacional (1).
Un gran descontento popular salió a las calles para rechazar la iniciativa de ley tributaria promovida por el gobierno de Iván Duque, que pretendía aumentar impuestos a la canasta básica familiar, servicios públicos y a su vez incrementar el número de responsables del pago de renta (2).
Aunque la euforia de las marchas ha inundado las calles en diversos rincones del país, el estallido de una bomba de tiempo ha dejado nuevas heridas en Colombia. Sí, la bomba de una estructura estatal violenta que ha despertado el terror en la población tras la brutal represión policial, desapariciones, arrestos arbitrarios y asesinatos durante lo corrido del paro. Así, ha crecido un gran temor en el país, las noches son largas y angustiantes a la espera de la mañana.
Tras 5 días del paro, pese a que se mantiene la actitud hostil de Duque hacia las protestas y la indignación ciudadana, que han sido señaladas continuamente de vandalismo y alteración al orden público, el presidente ha anunciado el retiro de la reforma tributaria. Sin embargo, aunque esta acción fue celebrada, las movilizaciones no cesaron ¿Por qué se continúa en las calles?
En medio de un panorama desgarrador para el país, el escenario político se bifurca en dos alternativas; por un lado, la continuación de la estigmatización de la protesta y la brutal represión, se presentan como un camino peligroso y altamente violento, esta estrategia es alentada por varios sectores del uribismo quienes han instado para que se establezca el estado de conmoción interior, anulando así todas las garantías constitucionales. Sin embargo, en esta opción podría temblar la estabilidad presidencial de Duque, quien se desgasta políticamente, y posiblemente pueda perder el apoyo del partido (Centro Democrático) producto de la presión nacional e internacional que crece diariamente con la visibilización de las graves vulneraciones de los derechos humanos en el país.
Por el contrario, en la otra alternativa, aunque afectada la imagen de Duque, su permanencia en el poder depende de encontrar posibilidades de diálogo, y en buena parte, reconocer la responsabilidad política de la violencia policial ocurrida a lo largo del paro. Esta vía de escape parece estar siendo considerada por el gobierno a través de la reciente reunión con la “coalición de la esperanza” integrada por dirigentes de centro y centro-izquierda, sin embargo, persisten serias dudas sobre la viabilidad de una mesa de concertación con el Comité del Paro, en vista de la gran hostilidad del uribismo al lidiar con la oposición (3).
En efecto, tras 13 días de paro, el 10 de mayo la negociación entre el gobierno y el Comité del Paro acompañada con la mediación de la ONU y representantes de la Iglesia Católica, finalizó sin ningún tipo de acuerdo. De esta manera, representantes del Comité denunciaron una falta de empatía del presidente Duque en relación con las demandas y exigencias presentadas, por lo cual han convocado a nuevas movilizaciones.
La voluntad política del presidente Duque es difusa y contradictoria quien parece ir jugando con dos cartas a la vez; por un lado, acrecentando la presencia de cuerpos militares en las calles, principalmente en lugares críticos como el departamento del Valle del Cauca y, por el otro lado, dando pasos tibios en las mesas de negociación, las cuales han dejado en la incertidumbre los diálogos.
Entretanto hoy por hoy, “los vándalos” continúan en las calles pese a la escalada de violencia, aun cuando está en juego la vida e integridad, COLOMBIA RESISTE.
(1) El Espectador, abril – 2021 En: https://www.elespectador.com/noticias/bogota/los-fallos-de-la-magistrada-que-ordeno-frenar-el-paro-nacional/
(2) France 24, abril – 2021. En: https://www.france24.com/es/programas/econom%C3%AD/20210416-colombia-explicacion-reforma-tributaria-ivan-duque-impuesto-valor-agregado
(3) AA, mayo – 2021. En: https://www.aa.com.tr/es/mundo/temblores-ong-la-organizaci%C3%B3n-que-ha-documentado-la-violencia-policial-en-colombia/2231780
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As noites na Colômbia
Por Yanny Rodriguez
Tradução: Larissa Bontempi
As noites são longas na Colômbia desde que a greve nacional foi convocada em 28 de abril. Noite após noite, uma insônia coletiva atingiu o país.
Apesar das tentativas persuasivas da decisão do Tribunal Superior de Cundinamarca e de alguns líderes políticos para evitar as manifestações, nem a pandemia nem a chuva conseguiram frear as mobilizações sociais em todo o território nacional (1).
Um grande descontentamento popular foi às ruas para rejeitar a iniciativa de lei tributária promovida pelo governo de Iván Duque, que pretendia aumentar os impostos sobre a cesta básica familiar, os serviços públicos e, por sua vez, aumentar o número de responsáveis pelo pagamento da renda (2).
Embora a euforia das marchas tenha inundado as ruas de vários cantos do país, a explosão de uma bomba-relógio deixou novas feridas na Colômbia. Sim, a bomba de uma violenta estrutura estatal que despertou o terror na população após a brutal repressão policial, os desaparecimentos, as prisões arbitrárias e os assassinatos durante a greve. Assim, um grande temor cresceu no país, as noites são longas e angustiantes enquanto se espera o amanhecer.
Após 5 dias de greve, apesar de continuar a atitude hostil de Duque aos protestos e indignação dos cidadãos, continuamente acusados de vandalismo e alteração da ordem pública, o presidente anunciou a retirada da reforma tributária. Porém, embora essa ação tenha sido celebrada, as mobilizações não pararam, por que continuamos nas ruas?
Em meio a um panorama pungente para o país, o cenário político se bifurca em duas alternativas; por um lado, a continuação da estigmatização do protesto e a repressão brutal, se apresentam como um caminho perigoso e altamente violento, esta estratégia é incentivada por diversos setores do Uribismo, que tem instado a estabelecer o estado de comoção interna, anulando assim todas as garantias constitucionais. Porém, nesta opção, a estabilidade presidencial de Duque poderia abalar, que está se desgastando politicamente, e possivelmente poderia perder o apoio do partido (Centro Democrático) em decorrência da pressão nacional e internacional que cresce a cada dia com a visibilidade das graves violações dos direitos humanos no país.
Ao contrário, na outra alternativa, embora a imagem de Duque tenha afetado, sua permanência no poder depende de encontrar possibilidades de diálogo e, em grande parte, reconhecer a responsabilidade política pela violência policial ocorrida ao longo da greve. Essa via de escape parece estar sendo cogitada pelo governo por meio do recente encontro com a «coalizão da esperança», formada por dirigentes de centro e centro-esquerda, porém, persistem sérias dúvidas sobre a viabilidade de uma mesa negociadora com o Comitê de Desemprego, em visão da grande hostilidade do Uribismo no trato com a oposição (3).
Com efeito, após 13 dias de greve, no dia 10 de maio, a negociação entre o governo e o Comitê de Desemprego, acompanhada pela mediação da ONU e de representantes da Igreja Católica, terminou sem qualquer tipo de acordo. Desse modo, representantes do Comitê denunciaram a falta de empatia do presidente Duque em relação às demandas e exigências apresentadas, para as quais convocaram novas mobilizações.
A vontade política do presidente Duque é difusa e contraditória, parece estar jogando com duas cartas ao mesmo tempo; por um lado, aumentar a presença de corpos militares nas ruas, principalmente em locais críticos como o departamento de Valle del Cauca e, por outro lado, dar passos mornos nas mesas de negociação, o que deixou os diálogos pairando na incerteza.
Enquanto isso, hoje, «os vândalos» continuam nas ruas apesar da escalada da violência, mesmo quando a vida e a integridade estão em jogo, COLÔMBIA RESISTE.
(1) El Espectador, abril – 2021 Disponível em: https://www.elespectador.com/noticias/bogota/los-fallos-de-la-magistrada-que-ordeno-frenar-el-paro-nacional/
(2) France 24, abril – 2021. Disponível em: https://www.france24.com/es/programas/econom%C3%AD/20210416-colombia-explicacion-reforma-tributaria-ivan-duque-impuesto-valor-agregado
(3) AA, mayo – 2021. Disponível em: https://www.aa.com.tr/es/mundo/temblores-ong-la-organizaci%C3%B3n-que-ha-documentado-la-violencia-policial-en-colombia/2231780