
¿Por qué me pintas la cara con corcho?
Imagen: Jennifer Mayren Urrutia
Las personas que como yo crecimos de este lado del Río de la Plata (Argentina) jamás nos preguntamos por qué pintamos las caras de nuestros estudiantes de negro –Black face- en fechas conmemorativas específicas como el 25 de Mayo y el 9 de Julio[1]. En Argentina es una práctica común en las instituciones educativas y se considera aceptable que se pinte de negro la cara de lxs niñxs y se les vista con trajes tradicionales (polleras y pañuelos rojos con lunares, camisa blanca o pantalón ¾ y un cesto con comida). Esta es una caracterización utilizada por ese “folclore escolar popular” que se ha extendido por todo el territorio y se presenta como un tipo de expresión, erróneamente llamada artística; se usa para hacer visible la presencia y participación de los afrodescendientes en la historia.
Pero, como docentes, ¿alguna vez nos preguntamos o cuestionamos si este tipo de representación está bien? Fue la escuela la que, con orgullo, reforzó esta manera de estereotipar la presencia de la comunidad afrodescendiente esclavizada en eventos que se fueron institucionalizando (es el racismo institucional) así como lo hicieron también los discursos racistas que acompañan a este tipo de fiestas nacionales que, como ya sabemos, utilizan la tradición y la cultura como escudo. Está en nosotrxs, futuros y actuales maestros, no seguir defendiendo y maquillando esas tradiciones escolares que aceptamos de manera inconsciente y romper con ciertas normas de representación de la presencia africana y afro-argentina la cual está conectada solamente con una historia que ocurrió en el pasado, que aún hoy sigue invisibilizada, y que solamente resurge el día 25 de Mayo mostrándonos como vendedorxs de mazamorra, velero, aguatero[2] o el 9 de Julio como soldados.
Ya que la escuela ha jugado un rol importante en la representación de los afrodescendientes y el “Black face” aún hasta el día de hoy se usa los actos escolares, consideré importante poder escuchar la opinión de colegas, amigas docentes, sobre cómo estos profesionales de la educación buscan trabajar, tanto en la clase como en la escuela a los personajes de la colonia pues estos personajes están muy presentes en esos actos nacionales y hacen parte de lo que muchos entienden como cultura popular o folclore.
Les hice unas preguntas concretas: 1. Como docentes, en algún momento de su carrera durante la preparación de las celebraciones del 25 de mayo y del 9 de julio, ¿sugirieron pintar de negro los rostros de lxs estudiantxs para representar a lxs afrodescendientes? 2. ¿Se sigue usando esta práctica? 3. Ustedes como docentes ¿qué opinan sobre esta forma de representación para visibilizar la presencia africana y afrodescendiente?
Créditos de la autora.
Patricia Rossi – profesora de nivel inicial con 25 años de carrera. Aborda hace 3 años la temática afro con alumnos/as/es de sala de 4 y 5 años en el JII N°4 DE4° Tomas Liberti del barrio de La Boca
Pato Rossi: Personalmente, cuando ingresé a la docencia en el año 89 muchas maestras proponían que para el 25/5 y/o 9/7 los chicos se pintaran la cara de negro con corcho (Black face)… esto lo vi tanto en educación inicial como en la primaria. Si yo alguna vez lo propuse a mis alumnos no tengo registro de eso; la razón, simplemente porque nunca me fijé o me preocupé en plantearlo pero sí tengo el recuerdo de compañerxs que lo sugerían o, cuando los profesores no lo pedían, las propias familias lo hacían.
Pato Rossi: Del mismo modo, recuerdo que como alumna que esta práctica sucedía. De acuerdo al color de piel eran elegidxs los alumnxs para interpretar a las clases sociales de la época colonial: tez oscura eran los vendedores y tez blanca los “criollos”… esto lo viví como alumna (de 1973 a 1981) y como docente desde el año 89 hasta hoy, aunque desde el 2005 aproximadamente se hizo menos visible esa elección.
Pato Rossi: En cuanto a si se sigue usando [el Black Face], creo que aún se da porque todavía ves pintados con corcho a los chicxs; no sé si por indicación del docente o por una cuestión internalizada en las propias familias. Pero se ve menos… Me ha pasado que las familias de estos niños quieren pintarlos de negro y que los propios chicos, con quienes venimos trabajando desde hace 4 años un proyecto anual sobre el protagonismo de los afro desde la época colonial hasta la actualidad en la construcción de nuestra identidad nacional, les han contestado a sus mamás: «no necesito que me pintes, no soy afro, juego a ser ellos».
Pato Rossi: En cuanto a qué me parece esta forma de representación para visibilizar la presencia afro no la veo relevante o necesaria y sí la comparo con estereotipos que tenemos internalizados sin sentido. Considero más importante el protagonismo de ellxs que aún continúa invisibilizado o no caer en la trampa, porque muchas veces en el sistema educativo puede ocurrir, y veo cómo una de las cuestiones de la modernidad es tratar o darle el lugar a los afro que muchas veces les hemos negado u ocultado. Para abordar la presencia afro a lo largo de nuestra historia nacional no es necesario caer en «gestos simbólicos» sin sentido sino realmente tomar conciencia y conocimiento de los valiosos aportes que nos han hecho y siguen haciendo y obviamente enmarcarlo dentro de la ESI[3], de la educación de valores y respeto hacia el/la otro porque sabemos que aún hoy son foco de discriminación y/o marginalidad sobre todo en los niveles primario y secundario.
Pato Rossi: Y otra cosa, lo bueno es que las compañeras que saben que venimos trabajando este tema desde hace dos años nos consultan sobre cómo abordarlo: por dónde empezar, nos piden ideas y/o materiales… ¡vamos bien, Marce!
Laura Ivenzic- docente nivel primaria quien aborda el 8 de noviembre[4] hace dos años en una institución privada.
Cuando vos ingresaste a la institución, comenzamos a hablar y me contaste sobre tu activismo y sobre el 8 de noviembre que es el día Nacional de los/as Afroargentino/as y afrodescendientes, comencé a trabajar sobre la identidad y la presencia afroargentina y afrodescendiente en el aula y desde distintos lugares intentando no caer en la representación o el folclorismo escolar como lo es el 25 de Mayo. Y la verdad es que noté un gran interés de mis alumnxs en conocer, en escuchar que en Argentina también hay una comunidad afrodescendiente, desmintiendo de esta manera el discurso equivocado que siempre escuchamos y con el que crecimos.[5]
Laura: No me pinte nunca de negro, ni hice pintar a los chicos. Algunos sí se maquillaron con base más oscura para cantar un candombe.[6]
Laura: No me gusta cómo se ven con la cara pintada, parecen que trabajan como mecánicos o son carboneros.
Después de escuchar estos testimonios de lxs docentes, es necesario que en todos los niveles escolares, en los profesorados, en la sociedad civil (además de las agrupaciones, y movimientos afrodescendientes) debamos abordar de otra manera y cambiemos nuestra visión sobre la historia nacional, donde la construcción de este conocimiento sea trabajar la diversidad, el respeto y la formación étnico-racial en la construcción social del país. Es necesario trabajar de manera diferente el legado afrodescendiente en nuestra historia, basta de sostener estereotipos negativos y primitivos estancados en el siglo XIX.
[1] En estas fechas se conmemora el proceso por el cual Argentina se independizó de la corona española.
[2] Velero y aguatero eran trabajos desempeñados por las personas esclavizadas, el primero era responsable de las velas, la iluminación de casas e iglesias y el segundo entregaba agua.
[4] El día 8 de noviembre es el Día Nacional de los/as afro-argentinos/as y de la Cultura afro. Ley 26.852
[5] Muchos argentinos creen que no hay negros en Argentina. Es un discurso engañoso que ha sido sostenido durante años tanto por el sistema educativo como por el político. Para aprender más sobre este tema: http://abpnrevista.org.br/revista/index.php/revistaabpn1/article/view/544
[6] Un ritmo afrodescendiente que se interpreta tanto en Uruguay como en Argentina.
Por que você me pinta o rosto de negro?
Por Marcela Lorenzo
Imagem: Jennifer Mayren Urrutia
As pessoas que como eu crescemos deste lado do Rio da Prata (Argentina) jamais nos perguntamos o porquê de pintar o rosto de nossos alunos de negro – Black face – em datas comemorativas específicas como o 25 de maio e o 9 de julho[1]. Na Argentina é uma prática frequente nas instituições de ensino e é considerar aceitável tanto que se pinte o rosto dxs meninxs como as vestimentas tradicionais (saias e lenços vermelhos com bolinhas e camisa branca ou calças 3⁄4 e um cesto com comida). É uma caracterização utilizada por esse “folclore popular escolar” que se expandiu em todo território e se apresenta como um tipo de expressão, erroneamente chamada de artística esta maneira de “caracterização” é utilizada para visibilizar a presença e a participação afrodescendentes na história.
Mas, como docentes, alguma vez nos perguntamos ou questionamos se esse tipo de representação é o certo? Foi a escola que, com orgulho, reforçou esta maneira de estereotipar a presença da comunidade afrodescendente escravizada em eventos que foram institucionalizados (é racismo institucional) da mesma forma os discursos racistas que acompanham este tipo de festividade nacional que como já sabemos usam como escudo a tradição e a cultura. Está em nós, futurxs docentes, docentes atuais, não continuar defendendo e maquiando tais tradições escolares que aceitamos de maneira inconsciente e quebrar com algumas normas de representação da presença africana, afro-argentina na qual é conectada somente com uma história que aconteceu no passado, que é ainda hoje invisibilizada e que somente ressurge no Dia 25 de Maio como os vendedores de milho branco, veleiro, aguadeiro[2] ou no 9 de julho como os soldados.
Já que a escola teve um papel importante em relação à representação dos afrodescendentes e o “Black face” é até hoje usado nos atos escolares, considerei importante poder escutar a opinião de colegas, amigas docentes, sobre como esses profissionais da educação buscam trabalhar em sala e na escola os personagens da colônia, já que estes personagens estão muito presentes nesses atos nacionais e fazem parte do que muitos entendem como cultura popular ou folclore.
Vou fazer a vocês umas perguntas concretas: 1. Como docentes, em algum momento da sua carreira durante a preparação para as comemorações dos dias 25 de maio e 9 de julho, vocês sugeriram pintar de negro o rosto dos alunos para representarem aos afrodescendentes 2. Continuam utilizando essa prática? 3. Vocês como docentes, que opinam sobre esta forma de representação para visibilizar a presença africana e afrodescendente?
Patrícia Rossi- docente nível inicial com 25 anos de carreira. Aborda há 3 anos a temática afro com alunos/as de 4 e 5 anos no JII N°4 DE4° Tomas Liberti do bairro La Boca
Pato Rossi: Pessoalmente quando comecei na docência no ano 89 muitas professoras propuseram que para o 25/5 e/ou 9/7 as crianças deveriam estar com o Black face…. Vi isso tanto na educação inicial quanto na primária. Se alguma vez eu propus a meus alunos não tenho registro disso; a razão, simplesmente porque nunca me preocupei em formular isso, mas sim tenho a lembrança de companheirxs que o sugeriram ou, quando os professores não pediam, as próprias famílias o faziam.
Pato Rossi: Da mesma forma, me lembro que como aluna esta prática passava. De acordo a cor da pele eram eleitxs os alunxs para interpretar às classes sociais da época colonial: pele escura eram os vendedores e pele branca os “crioulos”… isto o vivi como aluna (1973 a 1981) e como docente desde o ano 1989 até hoje, embora desde o 2005 aproximadamente é menos frequente este tipo de eleição.
Pato Rossi: Em relação a se continuar utilizando (Black face), acho que ainda acontece porque você ainda pode ver pintados esses meninxs; não sei se por indicação do docente ou por uma questão internalizada das próprias famílias. Mas se observa menos… Tem me acontecido que as famílias dessas crianças querem pintá-los de negro e que as próprias crianças, com quem estamos trabalhando há 4 anos num projeto anual sobre o protagonismo afro desde a época colonial até a atualidade e na construção da nossa identidade nacional; e as crianças mesmas responderem a suas mães: «não preciso que me pinte, não sou afro, “brinco” de ser eles».
Pato Rossi: Em relação de como eu acho esta forma de representação para visibilizar a presença afro. Não acho relevante nem necessária e sim a comparo com estereótipos que temos internalizados sem sentido. Considero mais importante o protagonismo daqueles que ainda continuam invisibilizados ou não cair na armadilha, porque muitas vezes no sistema educação pode acontecer, e vejo como uma das questões da modernidade é de em vez dedar dar o lugar aos afros muitas vezes temos negado ou ocultado este grupo. Para abordar a presença afro ao longo da nossa história nacional não é necessário cair em «gestos simbólicos» sem sentido, mas realmente tomar consciência e conhecimento das valiosas contribuições que nos deram e continuam fazendo e obviamente enquadrar dentro da ESI[3], da educação de valores e respeito para o/a outro porque sabemos que ainda hoje são foco de discriminação e/ou marginalidade sobre todo nos níveis primários e secundários.
Pato Rossi: E outra coisa, o bom é que as companheiras que sabem que temos trabalhado neste tema há dois anos nos consultam sobre como abordá-lo, por onde começar, nos pedem ideais e /ou materiais… vamos bem, Marce!
Laura Ivenzic- docente nível primaria quem aborda o 8 de novembro[4] há dois anos em uma instituição privada.
Quando você ingressou à instituição, começamos a conversar e você me contou sobre seu ativismo e sobre o 8 de novembro, o dia Nacional dos e das Afro argentinas e afrodescendentes, comecei a trabalhar a identidade e presença afro-argentina e afrodescendente na aula e desde diversos olhares tentando não cair na representação ou folclore escolar como é o 25 de maio. E a verdade que percebi um grande interesse dos meus alunxs em conhecer, em escutar que na Argentina também existe uma comunidade afrodescendente, desmentindo desta maneira o discurso equivocado que sempre ouvimos.[5]
Laura: Nunca me pintei de negro, nem pintei as crianças. Alguns sim se maquiaram com base mais escura para cantar um candombe.[6]
Laura: Não gosto de como que se apresentem com a cara pintada, parecem que são mecânicos ou trabalhadores que lidam com o carvão.
Depois desses testemunhos de docentes, é necessário que em todos os níveis escolares, nos magistérios, na sociedade civil (além das agrupações, associações e movimentos afrodescendentes) devamos abordar de outra maneira e mudar nosso olhar a respeito da nossa história nacional, onde a construção deste conhecimento seja trabalhar, a diversidade, o respeito e a formação étnico-racial na construção social do país. É necessário trabalhar de maneira diferente o legado afrodescendente na nossa história, basta de estereótipos negativos e primitivos presos no século XIX.
[1] Estas datas comemoram o processo pelo qual a Argentina se tornou independente da coroa espanhola.
[2] Velero e aguadeiro eram trabalhos desempenhados pelos escravizados, o primeiro era responsável pelas velas, a iluminação de casas, igrejas e o segundo entregava água.
[3] Educação em sexualidade integral
[4] O dia 8 de novembro é o Dia Nacional dos afro-argentinos/as e da Cultura afro. Lei 26.852
[5] Muitos argentinos acreditam que na Argentina não há negros. É um discurso mentiroso que foi durante anos sustentados pelo sistema educacional e político. Para saber mais sobre este tema leiam: http://abpnrevista.org.br/revista/index.php/revistaabpn1/article/view/544
[6] Um ritmo afrodescendente que é tocado tanto no Uruguai como na Argentina.
Marcela Lorenzo es estudiante de Magisterio (Normal N°2 Mariano Acosta)
Presidenta de la Agrupación Xango Militante y Activista por la visibilización y derechos de la comunidad Afroargentina y afrodescendiente.
Marcela Lorenzo estudante do Magistério (Normal N°2 Mariano Acosta) Presidenta Agrupação Xangô. Militante e ativista pela visibilidade e direitos da comunidade afro-argentina e afrodescendente.