
Entrevista realizada por Ana María Morales T.
El pueblo kurdo está atravesado por las fronteras y estados de Siria, Turquía, Irán e Irak. En el mundo viven alrededor de cuarenta millones de kurdxs. Aproximadamente tres millones viven exiliadxs en Europa. También hay kurdxs en Israel, en Armenia y en otros países de América.
Desde hace algunos años, el Movimiento de Mujeres de Kurdistán viene dialogando y tejiendo internacionalismo con diferentes pueblos de América Latina. La organización y construcción política que ha desarrollado el PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán fundado en Turquía en 1978) propone autonomía y liberación de las mujeres y los pueblos. El Confederalismo Democrático, su ideología puesta en práctica, se basa en una organización política democrática y colectiva.
El Movimiento de Mujeres de Kurdistán viene sembrando ideas, resistencias e internacionalismo. Jin, Jiyan, Azadî! Mujer, vida y libertad! La consigna que entonamos con amor feminista nos permite reconocernos a través de Jineolojî, que en kurdo significa la ciencia de las mujeres y de la vida libre. Jineolojî propone correr al hombre del protagonismo histórico y hegemónico y, recuperar la memoria y el conocimiento de las mujeres para nuestra liberación.
En esta entrevista, Melike Yasar, representante del Movimiento de Mujeres de Kurdistán en América Latina, habla sobre el origen del movimiento, la lucha por la liberación de las mujeres, el sentido del internacionalismo, el despojo y la resistencia kurda.
Ana María: ¿Cómo llegaste a participar en el Movimiento de Mujeres de Kurdistán?
Melike: No quiero hablar individualmente. Nosotras representamos a un movimiento, y no se puede decir que representamos a todo el pueblo kurdo; sí al que apoya a este movimiento. Puedo decir que a pesar de la guerra, y fuera de la guerra hay un trabajo social de este movimiento. No es solo un trabajo que tiene que ver con el dar a conocer la causa kurda de lucha contra el enemigo, el trabajo que todas tenemos que hacer conjuntamente es luchar contra el enemigo que está adentro, que es el patriarcado.
También hay una realidad en Kurdistán que es el sistema patriarcal, en el sentido del estado-nación. Éste provocó, por cientos de años, que los kurdos no puedan decir que son kurdos. Ahora existe un trabajo del movimiento en países donde hay una gran diáspora. Por ejemplo, yo soy una de las mujeres que conoció el movimiento en el exilio a partir de sus visitas a nuestras casas. Entonces empezamos así, casi todas las mujeres kurdas son parte del movimiento, colaboran y lo sienten desde el corazón, no son sólo militantes que representan al movimiento.
Hay un dicho en turco que dice: “los kurdos nacen militantes”, como el pueblo palestino. Entonces nosotras tuvimos que definir si queríamos vivir en este sistema patriarcal; yo decidí salir de este sistema. No es fácil en el contexto europeo y en Turquía; no hablo solo de mí, sino de las personas que entregaron su vida y participaron del movimiento, tenían un ideal.
Las tres preguntas del Movimiento de Mujeres de Kurdistán son: qué hacer, como vivir y dónde hay que empezar. Estas preguntas son fundamentales no sólo para nosotras sino también para todas las sociedades. ¿Cómo quiero vivir? Si sabes cómo quieres vivir, sabes qué hacer y por dónde empezar: volviendo a tu historia y cuestionando tu propia sociedad, tu propia personalidad, y después empiezas a dar pasos.
AM: ¿Qué significa el internacionalismo para el movimiento?
M: El movimiento tuvo desde el principio una estrategia internacionalista. Solidaridad, socialismo, internacionalismo, democracia y la liberación de la sociedad: estas palabras son claves para nosotras.
Lo que hizo el movimiento dentro de sus militantes es pensar que, si queremos transformar nuestra sociedad, tenemos que transformar nuestra mentalidad como mujeres y hombres. Los estados naciones que ilegalizan al movimiento y nos ponen en la lista de terroristas nos muestran siempre como nacionalistas, no toman en cuenta nuestra crítica al nacionalismo y nuestra realidad internacionalista. Hay un interés y una participación enorme en el movimiento kurdo de personas que no son kurdas. Por esto, estratégicamente, ciertos estados quieren crear una imagen de separatismo y nacionalismo para utilizarlo contra el movimiento. En muchos países, en donde estamos luchando, insisten con los métodos clásicos de liberación nacional, pero nosotras, en Irán, Irak, Siria y Turquía no somos nacionalistas. Si tuviéramos un movimiento por la liberación nacional solamente, entonces pediríamos un estado kurdo.

La revolución vive en el pueblo kurdo y en la sonrisa de esta mujer del Kurdistán iraquí. Fotografía: Virginia Benedetto.
Por ejemplo, estamos constantemente en discusiones con los kurdos en Irak, donde hay un gobierno autónomo, y la idea de que haya una necesidad de un Estado-Nación porque son nacionalistas. Estamos disputando con ellos porque no queremos un estado nación. El movimiento despertó a un pueblo que estaba durmiendo: hablan de sus propios ideales y lo expresan en su propio idioma, en kurdo; pero no es una lucha nacionalista. Las potencias internacionales criminalizan nuestro movimiento pero también hay una insistencia desde algunas realidades políticas kurdas, de partidos conservadores, que no quieren legitimar el movimiento de liberación de Kurdistán. Somos internacionalistas desde el principio. Los que formaron el PKK no fueron Abdullah Öcalan o Sakine Cansiz, sino el primer mártir, fue Haki Karer, un compañero turco.
Al hablar del golpe militar del estado turco contra este movimiento también hago referencia a los compañeros que salieron por la represión del país. Muchos de ellos lucharon con los compañeros palestinos; esto significa el internacionalismo. Nuestros primeros mártires en nombre del PKK dieron su vida por esta lucha. Si nosotras definimos el internacionalismo, no es solidarizarse con la causa sino ser parte de ella.
En el movimiento de mujeres también tenemos el objetivo de crear una lucha universal, que significa de no reconocer la causa de las mujeres en América Latina o las mujeres en Europa, sino de ser parte de esa lucha porque el patriarcado es común para todas.
AM: ¿Se podría diferenciar el patriarcado en Occidente y el patriarcado en Medio Oriente?
M: Yo no hago una diferencia entre el patriarcado acá y allá; sí diferencio sus formas y sus métodos. En el Occidente hay una mirada y una identificación sobre la existencia del patriarcado pero se considera que este tiene diferentes niveles de opresión y eso es lo peor que puede pasar. ¿Cuál es la diferencia según esta mirada? Esa diferenciación la hacen al observar a las mujeres en el Medio Oriente. [Se considera más oprimida] a la mujer en el mundo árabe o a la mujer en América Latina a la cual el hombre golpea cada día y tiene un ojo visiblemente hinchado y no se tiene esta misma mirada hacia la mujer de Occidente, aunque a ella también le pase. En Occidente hay algo muy fino que se tiende a invisibilizar o a no querer ver porque la mujer tiene el derecho de votar, de trabajar, tiene derechos; una joven en nombre de ser libre puede hacer cualquier cosa.
En Occidente, el patriarcado trabaja muy finamente, nosotras decimos que es casi como si en Occidente robaron el alma, venden el alma de la mujer. En el Medio Oriente, por ejemplo no puedes ver una mujer en bikini en las galerías vendedoras de autos. Con vender el alma entiendo también vender el cuerpo como mercancía. La mujer está siendo utilizada como un objeto por el patriarcado con la idea que esto te hace creer: “puedes hacer lo que quieras como mujer”. Y esto puede provocar que una mujer podría sentirse o afirmarse libre en relación a la mujer en Medio Oriente, a la cual le cortan la cabeza, la matan por el honor, respecto a la chica que no puede estudiar. Hay una mirada feminista occidental que empieza a victimizar y decir que hay que luchar por esas mujeres para salvarlas.
Por ejemplo, en la primavera árabe todo el mundo empezó a llenar las calles. Las mujeres tuvieron la oportunidad en ese momento de salir a la calle, y fue porque esas mujeres tienen siempre en su vidas formas de resistencia. Ellas ya tenían algo en su interior de resistencia que salió en ese momento.
En ese sentido, para mi hay una manera profunda de entender el patriarcado en América Latina. La campaña del aborto por ejemplo, no es vista solo para alcanzar el derecho al aborto. Creo que es un desafío que tiene esta campaña. Una crítica es que hay la necesidad de ver el patriarcado e identificarlo con distintas instituciones y lugares más allá de la sola causa del aborto. El patriarcado es un sistema común. El estado nación es el último y más fuerte instrumento del patriarcado o de la civilización central. En el sentido de que se formó hace 5000 años, nosotras lo llamamos la civilización central donde empezó la caída de la sociedad a través de la dominación de las mujeres. Pero, ¿cuáles son los aspectos y la ideología del patriarcado? ¿Cuáles son sus productos, sus instituciones y sus instrumentos? Por ejemplo hoy el estado nación es uno de los más fuertes instrumentos del patriarcado. El estado se funda sobre el sexismo social. Entonces esas instituciones, esos instrumentos no son formas distintas, son distintas herramientas para mí. Nosotras no los definimos como ideologías diferentes sino como objetos distintos de un mismo sistema. Hay que ver el sistema como un todo; este sistema completo tiene sus objetos y el estado nación juega un papel central en el sentido de que representa la ideología hegemónica y homologante de una nación, una bandera, una religión y esta ideología es un rasgo de todo los estados del mundo.
Hay otros cuatro aspectos que hay que cuestionar desde ahí: el rol del nacionalismo, del sexismo, del fundamentalismo y del cientificismo. Así se construye la ideología del patriarcado, y el patriarcado divide estas tareas en estos objetos. El nacionalismo está en el estado, el cientificismo en sus escuelas, en sus universidades, el sexismo en las casas, el fundamentalismo con sus iglesias y mezquitas; no se pueden dividir. Para nosotrxs es clave pensar que no son ideologías distintas el capitalismo, el Estado-nación, la iglesia, la religión sino que son ramas del patriarcado y tienen sus roles. Sí hay diferencia en los métodos de ataques y de resistencia de las mujeres en la lucha, pero no hay diferencia entre el patriarcado en Medio Oriente y en Occidente porque estamos hablando del mismo sistema.
En el Movimiento de Kurdistán, siempre tuvimos un aspecto internacional, tenemos mártires internacionalistas en los noventas, no solamente en la revolución actual de Rojava en Siria. Paso a paso, estamos conociendo otras luchas de las mujeres en el mundo y queremos crear lazos para crear una lucha en común contra el patriarcado porque éste nos está atacando en común con sus distintas formas. Entonces lo que planteamos es no sólo reconocer una causa sino de ser parte de esa lucha.
Sabemos que en América Latina hay un interés por el Movimiento de Mujeres de Kurdistán pero también hay una mirada que yo critico siempre, la mirada hacia las mujeres de la lucha armada, pero no sólo es esa nuestra lucha, también está la lucha dentro de la sociedad, de organizarse internacionalizándonos como mujeres. Para nosotrxs internacionalismo es crear una lucha en común, una lucha en común contra el patriarcado. Pues hay un desconocimiento en Kurdistán de lo que pasa acá pero también hay un desconocimiento acá de qué pasa allá, y a nivel mundial. Por eso estamos aquí, trabajamos para crear lazos. Nosotras en Kurdistán, en Turquía, no queremos atacar solo la estructura del estado nación o solo la de la iglesia si no que queremos luchar contra la mentalidad común que la fundaron. Toda esa mentalidad empieza dentro de nuestras casas. Definimos la familia como un micro estado, es el lugar más importante porque ahí existen las mismas jerarquías, del padre sobre la madre, de la madre sobre los niños, del estado sobre el padre. Hablar del sistema completo implica empezar con nosotras mismas. Ese es un efecto de liberación del Movimiento de Kurdistán, la lucha dentro su sociedad contra todo feudalismo.
El sistema feudal no existe sólo en Kurdistán, es una paradoja, eso también tenemos que criticarlo. Desde los siglos pasados, el cristianismo y el feudalismo existen. No estoy hablando de una historia muy lejana, todavía existe la monarquía, por ejemplo. La monarquía representa para mí un feudalismo. En Kurdistán cuando hablamos de feudalismo es la práctica de ser dueño de la sociedad, de ser dueño de la tierra, de ser dueño de las mujeres; que el hermano sea dueño de la hermana, eso es el feudalismo. También en Europa hay familias que todavía vienen de las estructuras feudales, de los reyes, de los dueños. Dentro de las comunidades indígenas también existe. El dueño de la tierra, el dueño de la mujer. Esto lo podemos relacionar con los feminicidios que ocurren aquí y allá.
El feudalismo representa prácticamente el patriarcado, eso no se puede dividir, es una ideología que reúne los cuatro aspectos que mencioné antes. Matar mujeres en nombre del honor, porque el hombre dice: mi honor es mi mujer. Esa es una mentalidad feudal. En Europa piensan que no existe una mentalidad feudal, pero hay hombres celosos que matan a las mujeres en la calle. Eso también es un feudalismo. Terminar con el feudalismo está en nuestra agenda en Kurdistán porque el PKK, el inicio de la lucha guerrillera en 1984 fue también para enfrentarse contra los dueños de las tierras, y para nosotras esto significa mucho. Tenemos dentro de nosotrxs el feudalismo, el estado colonial, la familia. Los estados coloniales colonizan nuestra tierra como al mismo tiempo, el hombre coloniza su barrio y la mujer. Es la misma estructura y todo viene del patriarcado. Hay una lucha interna. La lucha contra nuestros propios compañeros es lucha contra el feudalismo. Cuando participaron las primeras compañeras en la lucha, los hombres decían: “no, la mujer no puede luchar, puede estar en la lucha pero no luchar contra el estado turco porque si a mi lado matan a la mujer cómo voy a reaccionar? “ Honor, feudalismo. No respetarla por su voluntad libre, por su voluntad de defender y cuidar su tierra, de cuidar a sus hermanas; nos encontrábamos frente de una apropiación.

Cooperativa de pan donde trabajan las mujeres en el Kurdistán iraquí. Fotografía: Virginia Benedetto.
AM: ¿Cómo se interpreta el feudalismo en el Movimiento de Mujeres y en Jineolojî?
M: Eso está en Jineolojî en la huida de las parejas libres, no estamos contra los casamientos, contra relaciones. Estamos en contra de la apropiación desde la mujer y desde el hombre: “sos mía”, o “soy tu dueño” no es dicho directamente pero esa es la mentalidad masculina dominante. Aquí también existe, no hablo sólo en Kurdistán, pienso a América Latina y en muchos otros lados también. Aquí me parece que la mujer puede salir, hacer cualquier cosa con su novio, en el Medio Oriente no es así, y puede ser difícil salir, por ejemplo, sin permiso. Pero lo que pasa de todos modos es que existe una misma mentalidad de apropiarse de la mujer. Pero no se puede apropiar un corazón. Yo no puedo estar con un hombre, porque mi corazón no es tan chico como para una sola persona. El corazón es grande como la vida porque también una persona es el universo. Una persona es más allá de entregar su corazón a otra persona. Si soy revolucionaria, tengo un pueblo, tengo un mundo que quiero cambiar y no puedo dejar mi corazón. No puedo poner en el centro de mi corazón a una persona. El hombre feudal lo ve así porque él hace lo mismo, él pone a la mujer en el centro de su corazón y ve todo alrededor de ella, por eso siente que tiene el derecho de apropiarse. En esto hay una continuidad por una mentalidad de apropiación, pues hay diferencias, en métodos y formas por las condiciones, por la situación social, por la mentalidad de la religión, todo cambia.
La lucha de Sakine Cansiz en este sentido, en su libro Toda mi Vida fue una Lucha es ejemplar. Ella no habla de la lucha contra el enemigo, habla de la lucha contra su propio padre, contra su propia sociedad. Ella era una mujer universitaria, vivía en una ciudad de Kurdistán donde las ideas ultranacionalistas de Atatürk influenciaron mucho sobre la base del panturquismo. Allí hubo levantamientos muy grandes, uno de ellos en 1938 en la ciudad de Dersim. Sakine Cansiz nació en esa ciudad. Entonces tiene raíces de rebeldía. Cuando ella entra en el movimiento, es la primera que empieza a cuestionar que no podemos definir la lucha solamente desde la lucha contra el estado.
La lucha de Sakine Cansiz en la cárcel de Diyarbakır es muy reconocida por su resistencia contra la tortura del estado turco: quieren verla morir por el dolor pero ella no se entrega al enemigo y nunca da a él la mas pequeña satisfacción. Esta resistencia afecta afuera y muchas mujeres empiezan a organizarse a través de esta compañera. Muchas mujeres que estaban bajo una opresión triple: del estado, de la familia y del patriarcado en general, salen y empiezan a movilizarse. Con esta mirada, manejan las mujeres el Movimiento de Mujeres de Kurdistán con esta mirada.
Sakine Cansiz no sólo tiene una gran importancia como fuente de la resistencia, sino también por su lucha contra la mentalidad feudal y patriarcal. Ella cuenta en su libro que cuando sale de la cárcel empieza a luchar con sus propios compañeros dentro del movimiento. Esto dijo Sankine Cansiz, que toda la lucha no es solo contra el estado si no dentro del movimiento también; es una lucha contra la mentalidad feudal y patriarcal. La lucha y los diálogos que ella tiene con el líder del Movimiento Abdullah Öcalan son increíbles. Por eso, el asesinato de Sankine Cansiz en París junto a dos compañeras, su muerte, tuvo el objetivo de matar y eliminar nuestra historia, una historia vivida a través de ella. Para mí, la revolución es hacer miles de revoluciones. Para mí, ella fue el ejemplo de ello.
Por el ejemplo de Sakine Cansiz hoy hay miles de chicas jóvenes que tomaron el nombre de Sakine como promesa de lucha, son miles de personas las que crecimos con la ideología de ella. Nosotras vivimos, tuvimos la oportunidad de aprender de ella y así damos vida a la misma vida de Sakine Cansiz. Duele que la perdimos; pero somos un pueblo que devuelve sus dolores a una fuerza. Devuelve sus dolores a una resistencia.
AM: En cuanto a la creación de una lucha en común por la liberación universal de las mujeres, ¿podrías hablar un poco más sobre Jineolojî?
M: Es muy fácil, las dos nos conocimos por una amiga en común, pero por nuestras luchas nos reconocimos. Entonces yo te puedo entender, yo te puedo sentir. Nosotras hablamos de crear un alma en común. El alma común es la Jineolojî. Cuando hablamos de Jineolojî no estamos hablando de algo académico, nosotras queremos dar visibilidad a lo que ya no está más visible. No es inventar algo nuevo sino visibilizar el conocimiento ya existente en muchas formas, lugares y tiempos históricos de la mujer. Jineolojî se construye a partir de la reescritura de la historia por las mujeres que no saben escribir, que no saben qué es la antropología, qué es la epistemología. Las mujeres en la comunidad, en el barrio, la que está construyendo su propia forma de vida en el Confederalismo Democrático, su conocimiento, su experiencia de lucha, va a crear la Jineolojî; pero no es suficiente. La academia tiene su modo de dar legitimación al saber uniéndolo con el poder, porque donde está el patriarcado más entregado es en el área académica. Me refiero a lo que planteé antes: el cientificismo. Por eso tenemos que estar ahí también en la crítica del positivismo. No es cuestión de hacer una cátedra o una área de género. Se trata de luchar en la academia y para luchar en este lugar hay que visibilizar y dar lugar a la lucha de las mujeres y este conocimiento común. El conocimiento en común es tratar de crear una lucha universal. Puede ser un paso. Nuestra idea sobre el mundo y el universo viviente y pluriforme no está fija, la Jineolojî está abierta a contribuciones y se construye con estas . Todavía estamos discutiendo en muchos lugares del mundo, se está construyendo y la vamos a construir entre todas. Una de las frases de Jineolojî dice que todos los sistemas construyen teoría, siempre lo hacen para crear un sistema antes. Construyen la idea, la teoría y después van a construir formas de adecuación de la experiencias. Pero Jineolojî funciona al revés, le damos nombre a las prácticas concretas, no a las ideas, y luego sistematizamos en una teoría pero a partir de la experiencia. Eso es la ciencia: la búsqueda desde la vida para conocer el universo. Cuando hablamos del conocimiento común, de dar visibilidad al conocimiento de la mujer no queremos hablar de hacer un análisis en términos académicos. La tarea de la academia no es darnos conocimiento, nosotras siempre decimos que lxs científicxs positivistas son agentes del sistema patriarcal, la clase de la inteligencia alejada de la sociedad. En el tercer volumen de la defensa de Abdullah Ocalan, llamado Sociologia de la Libertad se examina profundamente cuáles son los deberes morales de lxs intelectuales para involucrarse en una sociedad libre. Pero no serán ingenierxs sociales desde arriba quienes controlen y liberen la sociedad; la sociedad tiene su mecanismo de autorregulación, va a crear su propia construcción y la Jineolojî hace una crítica a quien se posiciona por fuera de este asunto. Nosotrxs decimos que la ciencias sociales es la madre de todas las ciencias porque está vinculada a la sociedad pero en términos positivistas la ciencia es también el lugar donde el patriarcado está más entregado: porque crea dicotomías: separa la historia y la sociedad, separa la sociedad y la naturaleza, el objetivismo y el subjetivismo. La historia se ve como algo categorizado desde el pasado; pero la historia está viva. En el 93, en una conferencia del PKK, la consigna de Abdullah Öcalan era: “Lo que estamos analizando acá no es el individuo, sino la sociedad. No es el momento sino la historia.” Entonces decimos que la historia está escondida en el día a día y nosotrxs estamos escondidos en el principio de la historia. Por eso, si dices que la humanidad es el sujeto y la naturaleza es el objeto, el hombre está justificado a matar árboles, pensando en lo que pasa con el medio ambiente. La crítica a las ciencias sociales también va hacia cuestionar la mirada dominante de los científicos y las científicas. La tarea de la academia es de analizarla, discutirla, deconstruirla pero no quiero que desde su posicionamiento nos enseñen. La tarea del científico o científica es de reconocer el conocimiento y dar una forma que la sociedad sienta que la representa. Por ejemplo la ciencia hoy comparte 5% del conocimiento con la sociedad y, de dónde vino el conocimiento de la medicina: de la mujer. Así pensamos en cómo se apropió de este conocimiento las miradas cientificistas que se basan en la medicalización. Buscamos ver el patriarcado como un sistema en todas las áreas.

Ciudad de Kobane, en el Kurdistán sirio, destruida por el ataque del autodenominado Estado Islámico, y liberada por las fuerzas de autodefensa kurdas. Fotografía: Virginia Benedetto.
AM: ¿Qué impactos tiene la guerra en el pueblo kurdo?
M: Históricamente vemos que el enemigo y los estados empiezan a cambiar sus métodos de atacarnos. Saben, vieron que matar a los kurdos, matar a las mujeres de la sociedad no nos elimina, porque hay una ideología de liberación planteada dentro de la sociedad. No sólo en Kurdistán, la guerra, los estados y el sistema patriarcal saben muy bien que con las armas no pueden eliminar la ideología y una forma de vida. La guerra y la lucha armada afecta a las mujeres y a los niños y niñas porque hay leyes desde hace miles de años que permiten en las guerras apropiarse antes que nada de las mujeres y todo lo que hay ahí. El Estado Islámico era exactamente eso, lo mostró, es una mentalidad feudal y patriarcal porque no trata de crear un estado nación sino que representa el fascismo, un producto del patriarcado y esa es la ideología de la guerra. Puedo dar un ejemplo: si la guerra es el fascismo, la ideología de la guerra es apropiar y matar, masacrar, y lo que afecta en la sociedad después de la guerra, empieza a pasar en la misma casa y afecta de forma diferente a las mujeres que a los hombres. El fascismo empieza entre dos personas, el hombre sobre su propia mujer. Eso para nosotrxs es el fascismo. El fascismo no es solo un estado que no reconoce a un pueblo, es la ideología de la guerra, hay que verlo así. Hoy en los países religiosos como Irán u otros países del mundo árabe que tienen leyes de Dios, Sharia, (Sharia es que no existen leyes judiciales sino leyes de Dios), los hombres en la sociedad sienten que tienen el derecho de matar a su propia mujer o la mujer en la calle porque el estado mismo lo hace y el estado es, después de todo, de Dios. Aunque no se mate directamente pero, por ejemplo, prohibir el aborto es igual a matar, porque qué pasa con las mujeres y el aborto clandestino? Mueren. Eso también es el fascismo. Se vincula al fascismo solo al nacionalismo, pero pensemos también el fascismo en relación a las religiones, las primeras guerras en el mundo empezaron por disputa de poder y control en el nombre de las religiones. Hay que cuestionarlo también desde ahí. Hoy en Kurdistán, se tiene que pensar en los efectos de la guerra y a las mujeres en resistencia: hay un desarrollo, una transformación continua en el Confederalismo Democrático que se desarrolla desde las comunas, las asambleas populares donde hay una ideología antisistema que plantea que todos los pueblos pueden vivir como quieren y resolver sus problemas sin esperar a un estado o a una institución. Esto pasa porque hay un movimiento que cuestiona, que trabaja dentro de la sociedad y empieza a organizarse. Pero todavía no podemos decir que en Irak, Irán, Siria y Turquía está todo transformado pero hay un intento y hay profundos cambios.
Ahora, sabemos cómo la guerra afecta negativamente estos procesos de transformación radical. La otra parte es que si hoy en algunos lugares en Kurdistán podemos construir el Confederalismo Democrático, tenemos ante todo que cuestionar a nosotrxs mismos, dar una autocrítica, entender el porqué no hicimos bien este trabajo, y hacerlo. Todavía tenemos que adelantar más procesos de democratización radical, dar fuerza a la autorregulación de la sociedad, reconocer el valor y la voluntad de la sociedad. Y si todavía no hubo una transformación profunda desde nosotrxs para llegar exitosamente a esto, entonces no podemos decir que es el Estado que no dejó que construyamos el Confederalismo Democrático.
AM: La sociedad no vive en guerra solamente en los lugares donde caen bombas…
M: Hay un sistema opresivo profundo. Hasta hoy, 9 personas han muerto de las 10.000 que se encuentran en huelga de hambre. Leyla Güven alcanzó 200 días de huelga de hambre junto con 7.000 presas y presos políticos. Hace poco mataron a un chico porque le pidieron que sea agente de la policía; como no lo aceptó, lo mataron. Las Madres de la Paz en Turquía quieren salir e ir a visitar a sus hijos e hijas en las cárceles, que están en huelga de hambre y hay videos donde la policía está golpeando a estas mujeres. Vivimos en un sistema que no te deja dar un paso fuera de tu casa, te golpea, te mata o te mete en la cárcel. Esa es la realidad. Frente a esta realidad hemos alcanzado una victoria histórica que da coraje, motivación y esperanza.
En Rojava (Siria), donde se está viviendo una guerra, se está estableciendo la ideología del Confederalismo Democrático y la transformación a pesar de que paralelamente están atacando con bombas y con distintos grupos políticos e ideológicos. Una de las respuestas y la materialización del Confederalismo Democrático es la economía no capitalista, la educación alternativa planteada desde la experiencia de lucha de las mujeres a través de la ciencias sociales de la Jineolojî. En Rojava hay una autodefensa que no se identifica sólo con las armas sino con su propia organización autónoma. Este movimiento tiene un reconocimiento internacional, se muestra al mundo como movimiento internacional. Esas son cosas muy positivas, pero podemos insistir y dar la prioridad a la lucha ideológica. No es una utopía, hay que seguir en la lucha.
AM: ¿Qué significa el territorio y los diferentes procesos de despojo o destierro que ha vivido el pueblo kurdo?
M: Lo que pasa en Kurdistán es que hubo un proceso de levantamiento muy largo. Antes del PKK hubo 28 insurrecciones populares contra la división de Kurdistán en cuatro partes. El resultado o el objetivo de la política asimilacionista era siempre el desplazamiento porque los pueblos, las sociedades si salen de sus territorios; si salen de su propia tierra empiezan a vivir una asimilación y cambian. No van a luchar más. Nosotrxs sabemos de kurdxs que no reconocen su origen o identidad, dicen que no son kurdxs, porque cuando eran niñxs, por la guerra, fueron desplazadxs. En la ciudad de Sankine Cansiz, se dio uno de los 28 levantamientos, uno de los últimos de 1938 fue del pueblo alevita, sobrevivientes armenios. Entonces en esa ciudad murieron 90.000 personas; lo que hicieron fue matar a las madres y a los padres, pero a los niñxs no. Lxs llevaron a las metrópolis de Turquía y lxs formaron en escuelas.
En 1938 y después, con el surgimiento del PKK; en los 90 hubo grandes insurrecciones populares en las ciudades del Norte de Kurdistán. En las ciudades kurdas y en Turquía hubo 17.000 desaparecidos y desaparecidas y, 4.000 aldeas y pueblos de Kurdistán desplazados; quemaron los pueblos. Muchos de ellos tuvieron que ir al exilio y es una forma de actuar en su asimilación. Es la forma de matar la historia de las personas.
Ahora hay ciudades destruidas como Afrin. Lo que pasa allé desde el 2018 es que exponen a lxs jóvenes y niñxs a la presencia del Estado Islámico, del estado turco, poniendo familias árabes y promoviendo cambios demográficos del área. Entonces ¿qué hicieron? Afrin era una de las ciudades más seguras de Siria, que hospedó refugiadxs de diferentes pueblos y partes de Rojava, triplicando así su población que se organizaba en democracia directa. En el 2018 fue ocupada ilegalmente por Erdogan, la atacaron y hoy en cada escuela hay una bandera turca. Esta es una forma de asimilación, la forma de matar la memoria y de hacer olvidar nuestra ancestralidad. Eso no sucede solo en Kurdistán, en América Latina también lo viven.
Jineolojî entonces trabaja sobre eso, sobre la memoria. Por otro lado el movimiento insiste en que construyamos todo sobre nuestro territorio pero sin hablar de la nación, ni de las raíces kurdas sino de las raíces comunes de los pueblos. Nosotrxs nos cuestionamos dentro de la sociedad kurda, hablamos de las sociedades de todo el mundo. Hablamos de las mujeres, del pueblo palestino, del pueblo judío. Pero no hablamos de la historia de dominación, lo que queremos hacer visible en la sociedad es de hablar de la historia de los pueblos en sus orígenes. Para nosotrxs la madre tierra, la mujer y la sociedad y sus relaciones forman el territorio, el territorio es vida, son tus raíces.
Cuando fui a Kurdistán después de muchos años, como vivimos con mis padres en el exilio en Europa, cuando llegamos a los lugares que fueron liberados, donde no había policía turca, a principios del 2000, al estar en mi propio territorio, empecé a besar la tierra y empecé a extrañar a mi mamá. Sentí a mi mamá en la tierra. No se puede definir el colonialismo solo en la ocupación de un territorio por las potencias. El colonialismo está en el cuerpo de la mujer porque cuando ocupan nuestro territorio, violan a las mujeres, buscan que olvides tu memoria y no tengas raíces. Entonces sobre el trabajo que hacemos, cuando hablamos de historia, hablamos de algo vivo. Y en un territorio hay vida entre diferentes pueblos. Antes, cuando no existían los estados naciones, cuando no existían los imperios, como en la Mesopotamia, vivían muchos pueblos en un territorio común y con diferentes religiones. Entonces, lo que queremos hacer con el Confederalismo Democrático hoy es visibilizar el lugar de la Mesopotamia como ejemplo de cómo todos los pueblos pueden convivir juntos. El desplazamiento en ese sentido, es una política precisa. Hay comunidades indígenas en la Amazonía de Ecuador que no son reconocidas por el gobierno, pero el gobierno no existe en esas comunidades, no está con su policía controlando los lugares, pero en Kurdistán sí. El estado viene, pone la bandera y empieza la asimilación en este sentido. Son otras formas. Para nosotrxs, luchar contra esa forma de asimilación la solución es compartir con el pueblo kurdo y con los otros pueblos qué es el Confederalismo Democrático, desde las primarias hasta las universidades desde una perspectiva de Jineolojî organizando con estos contenidos los currículos de las clases.
Nosotrxs vivimos mucho desde el exilio, de la pérdida. Cuando hablaba de Sankine Cansiz y del hecho de que el trabajo no es solo contra el estado, sino que tuvimos que empezar en nuestro pueblo, lo digo porque había personas que decían, “no soy kurdo soy turco”, porque tenían miedo, u otrxs no sabían que eran kurdxs. La bandera impuesta buscó sacar la memoria de esa tierra.
AM: Para finalizar, ¿podrías hablar sobre Leyla Güven y la huelga de hambre que realizaron por 200 días?
M: Leyla Güven es una diputada kurda que desde el día que fue elegida no fue al parlamento, sino a la cárcel con muchas otras diputadas del Partido Democrático de los pueblos. Ella empezó el 8 de Noviembre del 2018 una huelga de hambre para romper el aislamiento del líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan. Después de su acción, la siguieron en huelga de hambre miles de personas en las cuatro partes de Kurdistán para romper el aislamiento y para llamar la atención de la comunidad internacional. El aislamiento de Abdullah Öcalan afecta directamente al pueblo más allá de su encarcelamiento, como un dirigente militante de un movimiento, su liberación es la clave de la paz.
Muchos presxs en Turquía están encarceladxs porque reconocieron a Abdullah Öcalan como un líder o dijeron en un discurso las palabras: “Señor Öcalan”. La clave de la paz, el proyecto del Confederalismo Democrático, toda esta ideología de la transformación de mentalidad desde las mujeres en la sociedad kurda viene de Abdullah Öcalan. Sus pensamientos se consideran como peligrosos para Turquía y para todas las potencias internacionales que ayudaron a capturarlo. Entonces al hablar del encarcelamiento y aislamiento de Abdullah Öcalan hay que ver más allá de una persona, estamos hablando de pensamientos que pueden ser la clave de la paz para todo el Medio Oriente.
Ahora en el norte de Siria, en Rojava, las potencias a nivel internacional tienen sus intereses y están ahí para no traer paz a Siria. Esta presencia es la que combate la ideología de Abdullah Öcalan con el Confederalismo, que provocó que estas potencias tuvieran que cambiar sus propias políticas y métodos, buscando la desestabilización también a través de la creación del ISIS. Así fue que empezamos a luchar contra del Estado Islámico.
Desde hace muchos años lxs abogadxs no han podido ver a Öcalan, tampoco ha tenido visitas de familias. El éxito de Leyla Güven y de todxs huelguistas está en romper el aislamiento y volver otra vez a la mesa de diálogo por la paz. La liberación de Abdullah Öcalan es también la liberación de muchos presos políticos. En los últimos meses existió una sensibilidad que fue determinante a nivel internacional, la sentimos en América Latina desde México, Brasil, Colombia, Ecuador hasta Argentina.
La liberación de Abdullah Öcalan es la liberación de todos los pueblos oprimidos, de los presxs políticxs, y una puerta para volver a la mesa de diálogos por la paz. La liberación y la resolución de la causa kurda en Turquía replica directamente en otras partes. Si se soluciona en Siria esto tendrá efectos también en Irán donde hay políticas de opresiones comunes, también generará posibilidades de auto organización confederal para lxs kurdxs y para los otros pueblos de la región.

Imagen 5: Leyla Güven y Norita Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo Argentina). Ilustración: Zehra Doğan . Para conocer más sobre la histórica huelga de hambre visitar https://speakupforleyla.org/2019/05/28/a-victory-owed-to-womens-willpower-and-solidarity/
O fascismo não é um estado que não reconhece a sociedade, é a ideologia da guerra”: Melike Yasar do Movimento de Mulheres do Curdistão

Melike Yasar do Movimiento de Mulheres de Kurdistán.
Entrevista realizada por Ana María Morales T.
Traduzido por Larissa Bontempi.
O povo curdo compreende as fronteiras e estados da Síria, Turquia, Irã e Iraque. No mundo, existem cerca de quarenta milhões de curdxs. Aproximadamente três milhões vivem exilados na Europa, um milhão na Armênia e milhares espalhados por países da América e pelo mundo.
Há alguns anos, o Movimento de Mulheres do Curdistão vem dialogando e tecendo internacionalismo com diferentes povos da América Latina. A organização e a construção de políticas desenvolvidas pelo PKK (Partido dos Trabalhadores do Curdistão, fundado na Turquia, em 1978) propõem a autonomia e a libertação das mulheres e dos povos. O Confederalismo Democrático, com sua ideologia posta em prática, se baseia em uma organização política democrática e coletiva.
O Movimento de Mulheres do Curdistão vem semeando ideias, resistências e internacionalismo. Jin, Jiyan, Azadi! Mulher, vida e liberdade! O lema que entoamos com amor feminista nos permite reconhecer-nos através da Jineologi (ciência das mulheres e da vida livre em curdo). Jineologi propõe remover o homem do protagonismo histórico e hegemônico, e recuperar a memória e o conhecimento das mulheres para a nossa libertação.
Nesta entrevista, Melike Yasar, representante do Movimento de Mulheres do Curdistão na América Latina, fala sobre a origem do movimento, a luta pela liberação das mulheres, o sentido do internacionalismo, a privação e a resistência curda.
Ana María: Como você começou a participar do Movimento de Mulheres do Curdistão?
Melike: Não falamos individualmente. Nós representamos um movimento, não se pode dizer que representamos todo o povo Curdo, mas ao que apoia este movimento. Posso dizer que na guerra e apesar da guerra, existe um trabalho deste movimento. Não é um trabalho somente externo de fazer conhecer a causa curda de luta contra o inimigo, mas de lutar contra o inimigo que está dentro, que é o patriarcado.
Existe também no Curdistão a realidade que é o sistema patriarcal, no sentido do Estado-nação. Este fez com que, por centenas de anos, os curdos não possam dizer que são curdos. Agora existe um trabalho do movimento nos países com uma grande população. Por exemplo, eu sou uma das mulheres que conheceram o movimento no exílio, a partir de visitas nas nossas casas. Começamos assim. Por isso quase todas as mulheres curdas que fazem parte do movimento colaboram e o sentem no coração; não são só militantes que representam o movimento.
Tem um ditado curdo que diz: “os curdos nascem militantes”, como o povo palestino. Então, nós tivemos que definir se queríamos viver neste sistema patriarcal; eu decidi sair deste sistema. Não é fácil no contexto europeu, na Turquia, não falo só de mim, mas das pessoas que entregaram suas vidas e participaram do movimento. Tinham um ideal.
As três perguntas do Movimento de Mulheres do Curdistão são: o que fazer, como viver e por onde começar. Estas perguntas são fundamentais não só para todo o movimento, mas também para toda a sociedade. Como quero viver? Se sabe como quer viver, sabe o que fazer e por onde começar: voltando à sua história e questionando sua própria sociedade, sua própria personalidade, e depois começa a dar passos.
AM: Qual é o significado do internacionalismo para o movimento?
M: O movimento teve, desde o início, uma estratégia internacionalista: solidariedade, socialismo, internacionalismo, democracia e libertação da sociedade. Estas palavras são chave para nós.
O que o movimento fez no interior dos seus militantes é pensar que, se queremos transformar nossa sociedade, temos que transformar nossa mentalidade como mulheres e homens deste movimento. Os estados-nações que ilegalizam o movimento e nos colocam na lista de terroristas, nos mostram sempre como nacionalistas e não querem mostrar a parte internacionalista, mas existe um interesse e uma participação enorme de pessoas que não são curdas no movimento. Isso faz com que queiram criar uma imagem contra o movimento.
Em muitos países e onde estamos lutando, Irã, Iraque, Síria e Turquia, insistem na luta nacional, nós não somos nacionalistas. Se tivéssemos um movimento somente pela libertação nacional, então pediríamos somente um estado curdo. Por exemplo, estamos lutando contra os curdos no Iraque, onde há um governo autônomo porque são nacionalistas. Estamos lutando contra eles porque não queremos um estado-nação. O movimento despertou um povo que estava dormindo: falam de seus próprios ideais, falam em curdo, mas não é uma luta nacionalista. As potências internacionais criminalizam nosso movimento, mas também existe uma resistência das potências curdas, de partidos conservadores, partidos de monarquia que não querem legitimar o movimento de libertação do Curdistão. Somos internacionalistas desde o princípio. Os que formaram o PKK não foram Abdullah Öcalan ou Sakine Cansiz, e sim Hakki Karer, um companheiro turco, que foi o primeiro mártir. Kemal Pir foi outro mártir em 1982, ele foi um companheiro turco que perdeu sua vida em uma greve de fome em Daybekir, onde Leyla Guyen está agora.

A revolução vive no povo kurdo e no sorriso desta mulher de Kurdistán. Fotografía: Virginia Benedetto
Quando houve o golpe militar do estado turco contra este movimento, muitos companheiros também saíram do país e foram para a Palestina e para o Líbano. Nos acampamentos no Líbano, lutaram com os companheiros palestinos contra o estado de Israel e onze companheiros caíram ali. Nossos primeiros mártires em nome do PKK surgiram nessa luta. Isso é o que significa internacionalismo. Se formos definir o internacionalismo, não é solidarizar-se com a causa, mas ser parte dela.
No movimento de mulheres também temos o objetivo de criar uma luta universal, que significa não somente reconhecer a causa das mulheres da América Latina ou da Europa, mas ser parte dessa luta, porque o patriarcado é comum para todas.
AM: Poderíamos diferenciar o patriarcado no Ocidente do patriarcado no Oriente Médio?
M: Eu não faço diferença entre o patriarcado aqui e lá; diferencio, sim suas formas e métodos. No ocidente, há um olhar uma identificação sobre a existência do patriarcado, mas considera-se que este tem diferentes níveis de opressão e que é o pior que pode acontecer. Qual é a diferença de acordo com esse olhar? Essa diferenciação é feita ao observar as mulheres no Oriente Médio. [É considerada mais oprimida] a mulher no mundo árabe ou a mulher latino-americana, a qual o homem espanca a cada dia e exibe um olho visivelmente inchado, e não se tem este mesmo olhar com a mulher ocidental, embora ela também passe por isso. No ocidente, existe uma linha muito tênue que tende à invisibilização ou à negação, porque a mulher tem direito de votar, de trabalhar, tem direitos; uma jovem pode fazer qualquer cosia em nome de sua liberdade.
No Ocidente, o patriarcado trabalha meticulosamente: nós dizemos que é quase como se tivessem roubado e vendido a alma da mulher. No Oriente Médio, por exemplo, não vemos mulheres de biquíni nas concessionárias de carros. Ao dizer “vender a alma”, me refiro também a vender o corpo como mercadoria. A mulher está sendo utilizada como um objeto pelo patriarcado sob o pretexto de que “você pode fazer o que quiser como mulher”. Isso pode fazer com que uma mulher se sinta ou se afirme livre em relação à mulher do Oriente Médio, de quem cortam a cabeça, matam por honra, respeito à moça que não pode estudar. Há um olhar feminista ocidental que as vitimiza e diz que temos que lutar por essas mulheres, para salvá-las. Por exemplo, na primavera árabe, todo mundo tomou as ruas. Nesse momento, as mulheres tiveram a oportunidade de ir para a rua e foi porque elas viveram sempre várias formas de resistência. Elas já tinham uma resistência interna que foi exposta nesse momento. Nesse sentido, pra mim, há uma forma profunda de entender o patriarcado na América Latina. A campanha do aborto, por exemplo, não é vista somente para garantir o direito ao aborto. Creio que esta campanha tem um desafio. Uma crítica é que é necessário ver o patriarcado e identifica-lo em diferentes instituições e lugares, para além da causa do aborto. O patriarcado é um sistema comúm. O estado-nação é o último e mais forte instrumento do patriarcado ou da civilização central. No sentido de que se formou há 5.000 anos. Nós o chamamos de civilização central onde se deu início à queda da sociedade por meio da dominação das mulheres. Mas quais são os aspectos e a ideologia do patriarcado? Quais são seus produtos, suas instituições e seus instrumentos? O estado-nação, por exemplo, é um dos instrumentos mais fortes do patriarcado. O Estado é baseado no machismo social. Então, essas instituições, esses instrumentos, não são formas distintas; para mim, são ferramentas distintas. Nós não os definimos como ideologias diferentes, mas como objetos diferentes de um mesmo sistema. Temos de ver o sistema como um todo ; este sistema completo tem seus objetos e o estado-nação empenha um papel central, no sentido de que representa a ideologia hegemônica e homologável de uma nação, uma bandeira, uma religião, e esta ideologia é um traço de todos os Estados do mundo.
A partir disso, há outros quatro aspectos que devem ser questionados: o papel do nacionalismo, do sexismo, do fundamentalismo e do cientificismo. Dessa forma é construída a ideologia do patriarcado, e este divide as tarefas nesses objetos. O nacionalismo está no Estado; o cientificismo nas escolas, nas universidades; o sexismo nas casas; o fundamentalismo nas igrejas e mesquitas; não se pode dissociar. Para nós, é chave pensar que o capitalismo, o Estado-nação, a igreja e a religião não são ideologias diferentes, mas sim, ramificações do patriarcado e têm seus papeis. Há, sim, diferença nos métodos de ataque e de resistência das mulheres na luta, mas não há diferença entre o patriarcado no Oriente Médio e no Ocidente, porque estamos falando do mesmo sistema.
No movimento do Curdistão, sempre tivemos um aspecto internacional, temos mártires internacionalistas dos 90, não somente na revolução atual de Rojava, na Síria. Passo a passo, estamos conhecendo outras lutas das mulheres no mundo e queremos construir laços para criar uma luta em comum contra o patriarcado, porque ele está nos atacando em comum com suas diferentes formas. Então, não nos propomos somente a conhecer uma causa, mas ser parte dessa luta. Sabemos que na América Latina há um interesse pelo Movimento de Mulheres do Curdistão, mas também há uma visão, que eu critico sempre, a respeito das mulheres da luta armada, mas essa não é nossa única luta, também lutamos dentro da sociedade, nos organizando internacionalmente como mulheres. Para nós, internacionalismo é criar uma luta em comum, uma luta em comum contra o patriarcado. Pois há um desconhecimento no Curdistão do que acontece aqui, mas também há desconhecimento aqui do que acontece lá e a nível mundial. Por isso estamos aqui, trabalhamos para criar laços. A luta contra o patriarcado também tem que evitar o erro da setorização do patriarcado, é complexo. Nós no Curdistão Turco não queremos atacar somente a estrutura do Estado-nação ou somente a da igreja; queremos lutar contra a mentalidade comum que os fundou. Toda essa mentalidade começa dentro das nossas casas. Definimos a família como um micro Estado, é o lugar mais importante porque ali existem as mesmas hierarquias, do pai sobre a mãe, da mãe sobre os filhos, do Estado sobre o pai. Falar do sistema completo acarreta começar conosco mesmas. Esse é um efeito de libertação do Movimento do Curdistão, a luta dentro da sociedade contra todo o feudalismo.
O sistema feudal não existe somente no Curdistão, é um paradoxo, também deve ser criticado. Desde os éculos passados, o cristianismo e o feudalismo existem. Não estou falando de uma história distante; ainda existe a monarquia, por exemplo. Para mim, a monarquia representa um feudalismo. No Curdistão, quando falamos de feudalismo, é a prática de ser dono da sociedade, de ser dono da terra, de ser dono das mulheres; que o irmão seja dono da irmã, isso é feudalismo. Na Europa também há fam[ilias que ainda vêm das estruturas feudais, dos reis, dos donos. Dentro das comunidades indígenas também existe o dono da terra, o dono da mulher. Podemos relacionar isto com os feminicídios que acontecem aqui e lá. O feudalismo representa praticamente o patriarcado, não se pode dividir isso, é uma ideologia que reúne os quatro aspectos que mencionei antes. Matar mulheres em nome da honra, porque o homem diz “minha honra é minha mulher”, isso é uma mentalidade feudal. Na Europa, pensam que não existe uma mentalidade feudal, mas há homens ciumentos que matam as mulheres na rua. Isso também é um feudalismo. Acabar com o feudalismo também está na nossa agenda no Curdistão, porque o PKK, o início da luta guerrilheira em 1984, também foi para enfrentar os donos das terras e para nós isso significa muito. Temos o feudalismo dentro de nós, o estado colonial, a família. Os estados coloniais colonizal nossa terra como, simultaneamente, o homem coloniza seu bairro e a mulher. É a mesma estrutura e tudo vem do patriarcado. Existe uma luta interna, a luta contra nossos próprios companheiros, é uma luta contra o feudalismo. Quando as primeiras companheiras participaram da luta, os homens diziam: “não, a mulher não pode lutar, pode estar na luta, mas não lutar contra o estado, porque, se matam uma mulher ao meu lado, como vou reagir?” Honra, feudalismo. Não respeitavam por sua livre e espontânea vontade, pela vontade de defender e cuidar da sua terra, de cuidar das suas irmãs; nos encontrávamos diante de uma apropriação.

Cooperativa de pão onde trabalham mulheres no Kurdistán iraquí. Fotografía: Virginia Benedetto
AM: Como aparece o feudalismo no Movimento de Mulheres e no Jineolojî?
M: Isso aparece na Jineolojî na corrida das relações libres. Não somos contra casamentos e relações; estamos contra a apropriação da mulher pelo homem: “você é minha” ou “sou seu dono” não é dito diretamente, mas essa é a mentalidade masculina dominante. Aqui também existe, não falo só do Curdistão, penso na América Latina e em muitos outros lugares também. Me parece que aqui a mulher pode sair, fazer qualquer coisa com seu namorado, no Oriente Médio não é assim; pode ser difícil sair sem permissão, por exemplo. Mas o que acontece, de qualquer forma, é que existe a mesma mentalidade de apropriar-se da mulher. Mas não se pode apropriar de um coração. Eu não consigo estar com um homem só, por exemplo, porque meu coração não é tão pequeno para estar com uma pessoa só. O coração é grande como a vida porque uma pessoa também é o universo. Uma pessoa é mais do que entregar seu coração a outra pessoa. Se sou revolucionária, tenho um povo, tenho um mundo que quero mudar, não posso abandonar meu coração. Não posso colocar uma pessoa no centro do meu coração. O homem feudal vê assim porque ele faz a mesma coisa: coloca uma mulher no centro do seu coração e vê tudo ao redor dela, por isso sente que tem o direito de apropriar-se. A partir disso, há um contínuo por uma mentalidade de apropriação, pois há diferenças em métodos e formas de acordo com as condições, a situação social, a mentalidade da religião, tudo muda.
A luta de Sakine Cansiz neste sentido, é exemplar. No livro Minha vida toda foi uma luta (tradução livre), ela não fala da luta contra o inimigo, fala da luta contra seu próprio pai, sua própria sociedade. Era uma mulher universitária, morava em uma cidade do Curdistão onde as ideias ultranacionalistas de Atatürk influenciaram muito a base do panturquismo. Ali, houve revoltas muito grandes, um deles em 1938, na cidade de Dersim. Sakine Cansiz nasceu nessa cidade. Então, tem raíces de rebeldia. Quando ela entra no movimento, é a primeira que começa a questionar que não podemos definir a luta somente a partir da luta contra o Estado.
A luta de Sakine Cansiz na cadeia de Diyarbakır é muito reconhecida pela sua resistência contra a tortura do Estado turco: querem vê-la morrer pela dor, mas ela não se entrega ao inimigo e nunca dá a ele a menor satisfação. Esta resistência afeta externamente e muitas mulheres começam a se organizar através desta companheira. Muitas mulheres que estavam sob uma tripla opressão, do estado, da família e do patriarcado no geral, saem e começam a se mobilizar. Com este olhar, conduzem o Movimento de Mulheres do Curdistão.
Sakine Cansiz não só tem uma grande importância como fonte de resistência, mas também pela sua luta contra a mentalidade feudal e patriarcal. Ela conta no seu livro que quando saiu da cadeia, começou a lutar com seus próprios companheiros dentro do movimento. Por isso, Sakine Cansiz diz que toda a luta não é só contra o Estado, mas dentro do movimento também: é uma luta contra a mentalidade feudal e patriarcal. A luta e os diálogos que ela tem com o líder do movimento Abdullah Öcalan são incríveis. Por isso, o assassinato de Sankine Cansiz em Paris junto a duas companheiras teve o objetivo de matar e eliminar nossa história, vivida através dela. Para mim, a revolução é fazer milhares de revoluções. Para mim, ela foi exemplo disso.
Pelo exemplo de Sakine Cansiz, hoje há milhares de moças jovens que tomaram o nome de Sakine como promessa de luta, somos milhares de pessoas que crescemos com a ideologia dela. Nós vivemos, tivemos a oportunidade de aprender com ela, e assim damos vida à vida de Sakine Cansiz. Dói tê-la perdido, mas somos um povo que devolve suas dores a uma força, a uma resistência.
AM: Quanto à criação de uma luta em comum pela libertação universal das mulheres, poderia falar um pouco sobre a Jineolojî?
M: É muito fácil, nós duas nos conhecemos por uma amiga em mum, mas nos reconhecemos pelas nossas lutas. Então, eu consigo te entender, eu consigo te ouvir. Nõs falamos de criar uma alma em comum. A alguma comum é a Jineologî, significa visibilizar o que normalmente não é visível. Quando falamos em Jineologî, não estamos falando de algo acadêmico. Não é inventar algo novo, mas visibilizar o conhecimento já existente em muitas formas, lugares e tempos históricos da mulher. A Jineologî é construída a partir da estrutura da historia pelas mulheres que não sabem escrever, que não sabem o que é a antropologia, o que é a epistemologia. As mulheres na comunidade, no bairro; a que está construindo sua própria forma de vida no Confederalismo Democráico, seu conhecimento, sua experiência de luta vai criar a Jineolojî, mas não é suficiente. A academia tem seu modo de legitimar o saber a partir da união com o poder, porque onde opatriarcado está mais entregue é na área acadêmica. Me refiro ao que expus antes: o cientificismo. Por isso, temos que estar ali também, na crítica ao positivismo. Não é questão de fazer uma cadeira ou uma área de gênero. Trata-se de lutar na academia e para lutar nesse lugar, deve-se visibilizar e dar lugar à luta das mulheres e a este conhecimento comum. O conhecimento comum é tentar criar uma luta universal. Pode ser um passo. Nossa ideia sobre o mundo e o universo vivente e pluriforme não está fixa, a Jineolojî está aberta a contribuições e é construída com elas. Ainda estamos discutindo em muitos lugares do mundo, está sendo construída e vamos construí-la entre todas. Uma das frases da Jineolojî diz que todos os sistemas constroem uma teoria; sempre o fazem para criar um sistema. Constroem a ideia, a teoria e depois constroem formas de adequação às experiencias. Mas a Jineolojî funciona ao contrário, damos nome às práicas concretas, não às ideias, e depois sistematizamos, em uma teoria a partir da experiência. Isso é ciência: busca a partir da vida, para conhecer o universo. Quando falamos de conhecimento comum, de dar visibilidade ao conhecimento da mulher, não queremos falar de analisar em termos acadêmicos. A tarefa da academia não é nos dar conhecimento, nós sempre dizemos que os cientistas positivistas são agentes do sistema patriarcal, a classe da inteligência afastada da sociedade. No terceiro volume da defesa de Abdullah Öcalan, chamado Sociologia da liberdade (tradução livre), examina-se profundamente quais são os deveres morais dos intelectuais para se envolverem em uma sociedade livre. Mas não serão engenheiros sociais que de cima controlarão e libertarão a sociedade; a sociedade tem seu mecanismo de autogestão, vai criar sua própria construção e a Jineolojî critica quem se posiciona fora desde tema. Nós dizemos que as ciências sociais são a mãe de todas as ciências, porque estão vinculadas à sociedade, mas em termos positivistas, a ciência também é um lugar onde o patriarcado está mais entregue, porque cria dicotomias: separa a hstoria e a sociedade, separa a sociedade e a natureza, o objetivismo e o subjetivismo. A história é vista como algo categorizado desde o passado: mas a história está viva. Em 93, em uma conferencia do PKK, o lema de Abdullah Öcalan era: “O que estamos analisando aqui não é o indivíduo, mas a sociedade. Não é o momento, mas a história”. Então, dizemos que a história está escondida no dia a dia e nós estamos escondidxs no princípio da história. Por isso, se você diz que a humanidade é o sujeito e a natureza é o objeto, o homem está justificando o desmatamento, pensando no que acontece com o meio ambiente. A crítica às ciências sociais também pretende questionar o olhar dominante dos e das cientistas. A tarefa da academia é analizá-la, discuti-la, desconstrui-la, mas não quero que nos ensinem a partir do seu posicionamento. A tarefa do ou da cientista é e reconhecer o conhecimento e dar uma forma que a sociedade sinta que a representa. Por exemplo, a ciência hoje compartilha 5% do conhecimento com a sociedade e, de onde veio o conhecimento da medicina: da mulher. Assim, pensamos em como esse conhecimento foi apropriado pelo viés cientificista que se baseia na medicalização. Procuramos ver o patriarcado como um sistema em todas as áreas.
AM: Que impactos teve a guerra no povo curdo?
M: Historicamente, vemos que o inimigo e os estados começam a mudar seus métodos de nos atacar. Sabem, viram que matar xs curdxs, matar as mulheres da sociedade, não nos elimina, porque há uma ideologia de libertação proposta dentro da sociedade. A guerra, os estados e o sistema patriarcal, sabem muito bem que com as armas não conseguem eliminar a ideologia e uma forma de vida. A guerra e a luta armada afetam às mulheres, aos meninos e meninas, porque há leis de milhares de anos atrás que permitem que se apropriem antes de mais nada das mulheres e de tudo que existe ali. O Estado Islâmico era exatamente isso: uma mentalidade feudal e patriarcal, porque não tenta criar um estado-nação, mas representa o fascismo, um produto do patriarcado e é a ideologia da guerra. Posso dar um exemplo: se a guerra é o fascismo, a ideologia da guerra é apropriar e matar, massacrar, e o que afeta a sociedade depois da guerra, começa a acontecer nas casas e afeta de formas diferentes a homens e mulheres. O fascismo começa entre duas pessoas: o homem sobre a mulher. Isso é o fascismo para nós. O fascismo não é só um estado que não reconhece um povo, é a ideologia da guerra, é necessário ver assim. Hoje, nos países religiosos como Irã ou outros países do mundo árabe que têm leis de Deus (Sharia, isto é, não existem leis judiciais, somente leis de Deus), os homens nessa sociedade sentem que têm direito de matar a própria esposa ou as mulheres na rua, porque o próprio Estado o faz e o estado é, além de tudo, de Deus. Ainda que não se mate diretamente, proibir o aborto é igual a matar, por exemplo, porque, o que acontece com as mulheres e o aborto clandestino? Morrem. Isso também é fascismo. O fascismo é vinculado somente ao nacionalismo, mas pensemos também no fascismo em relação às religiões, as primeiras guerras no mundo começaram por disputa de poder e controle em nome das religiões. Deve-se questionar também a partir daí. Hoje, no Curdistão, deve-se pensar nos efeitos da guerra e nas mulheres em resistência: há um desenvolvimento, uma transformação contínua no Confederalismo Democrático que se desenvolve a partir das comunas, as assembleias populares, onde há uma ideologia antissistema que propõe que todos os povos podem viver como querem e resolver seus problemas sem esperar o Estado ou alguma instituição. Isso acontece porque existe um movimento que questiona, que trabalha dentro da sociedade e começa a se organizar. Ainda não podemos dizer que no Iraque, no Irã, na Síria e na Turquia está tudo transformado, mas há uma tentativa e há mudanças profundas.
Agora sabemos como a guerra afeta negativamente esses processos de transformação radical. A outra parte é que, se hoje, em alguns lugares do Curdistão, podemos construir o Confederalismo Democrático, temos antes de mais nada que questionar a nós mesmxs, fazer uma autocrítica, entender por que não fizemos bem este trabalho e fazê-lo. Ainda temos que adiantar mais processos de democratização radical, dar força à autorregulação da sociedade, reconhecer o valor e a vontade da sociedade. E se ainda não houve uma transformação profunda em nós para sermos bem sucedidxs nisso, então não podemos dizer que foi o Estado que não permitiu que construamos o Confederalismo Democrático.

Cidade de Kobane, no Kurdistán sirio, destruida pelo ataque do autodenominado Estado Islámico, e libertada pelas forças de autodefesa kurdas. Fotografía: Virginia Benedetto.
AM: A sociedade não vive em guerra somente nos lugares onde caem bombas…
M: Há um sistema profundamente opressor. Até hoje, 9 pessoas morreram das 10.000 que se encontram em greve de fome. Leyla Güven chegou a 200 dias em greve de fome junto com 7.000 presas e presos políticos. Ontem mataram um menino porque pediram a ele que fosse agente da polícia e, como não aceitou, o mataram. Hoje das Mães da Paz na Turquia querem sair e ir visitar seus filhos e filhas que estão em greve de fome nas cadeias; há vídeos que mostram a polícia batendo nessas mulheres. Vivemos em um sistema que não te deixa dar um passo para fora da sua casa, te bate, te mata ou te prende. Essa é a realidade. Diante dessa realidade, temos chegado a uma vitória histórica que dá coragem, motivação e esperança.
Em Rojava (Síria), onde se está vivendo uma guerra, está-se estabelecendo a ideologia do Confederalismo Democrático e a transformação, embora paralelamente estejam atacando com bombas a distintos grupos políticos e ideológicos. Uma das respostas, e materialização, do Confederalismo Democrático, é a economia não capitalista, a educação alternativa proposta a partir da experiência de luta das mulheres através das ciências sociais da Jineolojî. Em Rojava, existe uma autodefesa que não se identifica só com as armas, mas com sua própria organização autônima. Este movimento tem um reconhecimento internacional, é exibido frequentemente como movimento internacional. São coisas muito positivas, mas podemos insistir e dar prioridade à luta ideológica. Não é uma utopia, é preciso seguir na luta.
AM: O que significa o território e os diferentes processos de expropriação ou desterro que o povo curdo tem sofrido?
M: O que acontece no Curdistão é que houve um processo muito longo de revoltas. Antes do PKK, houve 28 revoltas populares contra a divisão do Curdistão em quatro partes. O resultado ou o objetivo da política assimilacionista era sempre o deslocamento, porque, se os povos saem de seus territórios, se saem de sua própria terra, começam a viver uma assimilação e mudam. Não vão lutar mais. Nós sabemos de curdxs que não conhecem sua origem ou identidade, dizem que não são curdxs porque quando eram crianças, devido à guerra, foram deslocados. Na cidade de Sankine Cansiz, ocorreu uma das 28 revoltas, uma das ultimas de 1938 foi do povo alevita, sobreviventes armênios. Então, nessa cidade morreram 90.000 pessoas: o que fizeram foi matar os pais e mães, mas não as crianças. Elas foram levadas às metrópoles da Turquia e os formaram em escolas. Agora há cidades destruídas como Afrin. Em 1938 e depois, com o surgimento do PKK, nos anos 90, houve grandes revoltas populares em cidades do Norte do Curdistão. Nas cidades curdas e na Turquia, houve 17.000 desaparecidos e 4.000 aldeias e vilas esvaziadas, queimaram as vilas. Muitos dos curdos tiveram que ser exilados, é uma forma de agir na sua assimilação. É a forma de matar a história das pessoas. O que acontece em Afrin desde 2018 é que expõem os jovens e as crianças à presença do Estado Islâmico, do estado turco, colocando famílias árabes e promovendo cambio demográfico na área. Então, o que fizeram? Afrin era uma das cidades mais seguras da Síria, que hospedou refugiados de diferentes vilas e partes de Rojava, triplicando assim sua população, que se organizava em democracia direta. Em 2018, foi ocupada ilegalmente por Erdogan, foi atacada e hoje há uma bandeira turca em cada escola. Essa é uma forma de assimilação, A forma de matar a memoria e de fazer esquecer nossa ancestralidade. Isso não acontece só no Curdistão, passam por isso na América Latina também.
Então, a Jineolojî trabalha isso, a memória. Por outro lado, o movimento insiste pra que construamos tudo sobre nosso território, mas sem falar da nação, nem das raízes curdas, mas das raízes comuns dos povos. Nós nos questionamos dentro da sociedade curda, falamos das sociedades do mundo todo. Falamos das mulheres, dos palestinos, dos judeus. Não falamos da história de dominação, o que queremos é visibilizar a história dos povos em suas origens. Para nós, a mãe terra, a mulher e a sociedade e suas relações formam o território, o território é vida, são suas raízes. Quando fui para o Curdistão depois de muitos anos, como morava com meus pais em exílio na Europa, quando chegava nos ligares que foram libertados, onde não havia polícia turca, no início dos anos 2000, por estar no meu próprio território, comecei a beijar a terra e senti saudade da minha mãe. Senti a minha mãe na terra. Não se pode definir o colonialismo só na ocupação de um território pelas potências. O colonialismo está no corpo de uma mulher, porque quando ocupam nosso território, estupram as mulheres, querem que você se esqueça da sua memória e não tenha raízes. Então, sobre o trabalho que fazemos, quando falamos de historia, falamos de algo vivo. E em um território, há vida entre diferentes povos. Antes, quando não existiam os estados-nações, quando não existiam os impérios, como era a Mesopotâmia, viviam muitos povos em um território comum e com diferentes religiões. Então, o que pretendemos com o Confederalismo Democrático hoje, é visibilizar o lugar da Mesopotâmia como exemplo de como todos os povos podem conviver juntos. O deslocamento, nesse sentido, é uma política precisa. Há comunidades indígenas na Amazônia do Equador que não são reconhecidas pelo governo, mas o governo não existe nessas comunidades, não está controlando esses lugares com a sua polícia, mas está no Curdistão. O Estado vem, coloca a bandeira e começa a assimilação nesse sentido. São outras formas. Para nós, a solução para lutar contra essas formas de assimilação é compartilhar com o povo curdo e com outros povos o que é o Confederalismo Democrático, desde o ensino fundamental até a universidade, a partir de uma perspectiva da Jineolojî, organizando os currículos das aulas com esse conteúdo.
Nós vivemos muito a partir do exilio, da perda. Quando falava de Sankine Cansiz, edo fato de que o trabalho não é só contra o Estado, mas que tivemos que começar no nosso povo, digo porque havia pessoas que diziam “não sou curdx, sou turcx”, porque tinham medo, ou outrxs não sabiam que eram curdxs. A bandeira imposta tentou tirar a memória dessa terra.
AM: Para finalizar, poderia falar sobre Leyla Guven e a greve de fome que realizaram por 200 días?
M: Leyla Guven é uma deputada que desde o dia em que foi eleita não foi ao parlamento, mas para a cadeira, com muitas outras deputadas do Partido Democrático das vilas. Ela começou no dia 8 de novembro de 2018 uma greve de fome para quebrar o isolamento do líder do povo curdo Abdullah Öcalan. Depois da sua ação, milhares de pessoas nas quatro partes do Curdistão seguiram a sua greve de fome, para quebrar o isolamento e para chamar a atenção da comunidade internacional. O isolamento de Abdullah Öcalan afeta diretamente o povo, para além do seu encarceramento, como um dirigente militante de um movimento, sua liberação é a chave da paz.
Muitos presos na Turquia estão encarcerados porque reconheceram Abdullah Öcalan como um líder ou disseram em um discurso as palavras “Senhor Öcalan”. A chave da paz, o projeto do Confederalismo Democrático, toda esta ideologia da transformação da mentalidade a partir das mulheres na sociedade curda, vem de Abdullah Öcalan. Seus pensamentos são considerados perigosos para a Turquia e para todas as potências internacionais que ajudaram a captura-lo. Portanto, ao falar do encarceramento e isolamento de Abdullah Öcalan, devemos ver além de uma pessoa, estamos falando de pensamentos que podem ser a chave da paz para o Oriente Médio.
Agora, no norte da Síria, em Rojava, as potências a nível internacional têm seus interesses e estão ali para não trazer a paz à Síria. Esta presença é a que combate a ideologia de Abdullah Öcalan com o Confederalismo, que fez com que essas potências tivessem que mudar suas próprias politicas e métodos, procurando a desestabilização também através da criação do ISIS. Foi assim que começamos a lutar contra o Estado Islâmico. Faz muitos anos que os advogados não podem ver Öcalan, também não recebeu visitas da família. O sucesso de LEYLA Guven e de todxs xs grevistas está em quebrar o isolamento e trazer de volta à mesa o diálogo pela paz. A liberação de Abdullah Öcalan é também a libertação de muitos presos políticos. Há uma sensibilidade que foi determinante a nível internacional. Sentimos na América Latina, desde o México, Brasil, Colômbia, Equador, até a Argentina.
A liberação de Abdullah Öcalan é a liberação de todos os povos oprimidos, dos presos políticos e uma porta para voltar aos diálogos pela paz. A liberação e a resolução da causa curda na Turquia replicam diretamente em outros lugares. Ao se solucionar na Síria, haverá também efeitos no Irã, onde há políticas de opressões comuns, também gerará possibilidades de auto-organização confederal para xs curdxs e para os outros povos da região.
