
Suely Rolnik, Esferas de insurrección. Apuntes para descolonizar el inconsciente. Buenos Aires: Tinta Limón
Foto: Sofía Bensadon
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“Palabras que afloran de un nudo en la garganta”. Ese es el título del preludio con el que Suely Rolnik comienza este libro. Se refiere la autora brasileña a que, en lengua guaraní, garganta se dice ñe’e raity; literalmente, “nido de palabras-alma”. Porque, para el pueblo guaraní, que utiliza el mismo vocablo (ñe’e) para las nociones de alma y palabra, el cuerpo y la mente se enferman cuando el alma no encuentra las palabras adecuadas, o cuando usamos palabras sin alma. Y no es casual que comience la autora con esa bella metáfora guaraní, porque lo que viene a cuestionar esta serie de ensayos es, precisamente, la forma en que el lenguaje, que en los seres humanos es una de las encarnaciones de la potencia vital, se pliega a la expropiación de los recursos del incosciente que impone el régimen colonial-capitalístico.
La brasileña Suely Rolnik ofrece en estas páginas lo que anuncia el subtítulo: una serie de apuntes encaminados a la descolonización del inconsciente. Porque, para Rolnik, la opresión colonial y capitalística (término tomado de Félix Guattari, junto a quien la brasileña escribió Micropolítica. Cartografía del deseo, también editado por Tinta Limón) implica ante todo procesos de captura de la fuerza vital que reducen la subjetividad a la experiencia del sujeto. En otras palabras: la potencia creadora que es propia de la vida queda reducida a creatividad, de la que surgen “novedades” (y no nuevos mundos) que rápidamente se tornan en oportunidades de negocio y de inversión.

Lo propio del régimen del inconsciente colonial-capitalístico en su versión neoliberal es, afirma Rolnik, el abuso de la vida. La expropiación de la fuerza vital, no sólo en la forma de fuerza de trabajo en la fábrica tal y como lo analizó Marx, sino de la vida en su potencia transformadora y creadora: no sólo de la vida humana, ni de la vida de una región, sino del ecosistema del planeta como un todo. La distinción entre macropolítica y micropolítica, retomada de Deleuze y Guattari –y de las nociones foucaultianas de microfísica del poder y de biopoder- nos permite entender que ningún proceso revolucionario puede cambiar la realidad si no se producen a su vez transformaciones a nivel de las subjetividades. Ello pasa por corrernos de las posiciones que nos llevan a repetir la escena del poder colonial-capitalista que queremos combatir.
En este contexto, la revolución, lejos de reducirse a una toma del poder estatal, implica un proceso colectivo de descolonización del inconsciente que requiere una atención permanente a nuestras fuerzas reactivas, esas que, anidadas en lo más profundo de nuestras subjetividades, tuercen nuestro deseo para acomodarlo a los requerimientos del régimen de acumulación y nos lleva a reproducir el statu quo en nuestras relaciones y gestos cotidianos. La praxis revolucionaria pasa, entonces, por reapropiarnos del saber-del-cuerpo, ese que no es racional sino experiencial; por cuestionar no ya lo que pensamos, sino cómo pensamos, qué mecanismos producen el pensamiento; por desvelar qué palabras se alejan del alma, y cómo eso nos enferma el cuerpo y el alma. Pasa, en fin, por recuperar la fuerza vital, la pulsión creadora de la vida, su capacidad de transformación que es el mismo destino ético de la vida. En las atinadas y precisas palabras de Rolnik: “Cada vida que no se pone a la altura de lo que le sucede perjudica a la vida de toda su trama relacional”.

Rumo a uma micropolítica para descolonizar o inconsciente
Suely Rolnik, Esferas da insurreição. Notas para uma vida não cafetinada. São Paulo: N-1 Edições
Tradução: Larissa Bomtempi
“Palavras que afloram de um nó na garganta”. Esse é o prelúdio com o qual Suely Rolnik começa este livro. A autora brasileira se refere ao fato de que, no idioma guarani, garganta é dita ñe’eraity; literalmente, “ninho de palavras-alma”. Porque, para o povo guarani, que utiliza o mesmo vocábulo (ñe’e) para as noções de alma e palavra, o corpo e a mente adoecem quando a alma não encontra as palavras adequadas, ou quando usamos palavras sem alma. E não é incidental que a autora comece com essa bela metáfora guarani, porque o que esta série de ensaios vem questionar é, precisamente, a forma com que a linguagem, que nos seres humanos é uma das encarnações da potência vital, se desdobra na expropriação dos recursos do inconsciente impostos pelo regime colonial-capitalístico.
A brasileira Suely Rolnik oferece nestas páginas o que anuncia no subtítulo em espanhol: uma série de notas encaminhadas à descolonização do inconsciente. Porque, para Rolnik, a opressão colonial e capitalística (termo tomado de Félix Guattari, com quem a brasileira escreveu Micropolítica.Cartografia do desejo, editado por Tinta Limón) implica, antes de tudo, processos de captura da força vital que reduzem a subjetividade à experiência do sujeito. Em outras palavras: a potência criadora que é própria da vida fica reduzida à criatividade, da qual surgem “novidades” (e não novos mundos) que rapidamente se tornam oportunidades de negócio e investimento.

Rolnik afirma que o abuso da vida é inerente ao regime do inconsciente colonial-capitalístico em sua versão neoliberal. A expropriação da força vital, não somente e forma de força de trabalho na fábrica em si, como analisou Marx, mas também da vida na sua potência transformadora e criadora: não só da vida humana, nem da vida de uma região, mas do ecossistema do planeta como um todo. A distinção entre macro e micropolítica, retomada de Deleuze e Guattari – e das noções foucaultianas de microfísica do poder e de biopoder – nos permite entender que nenhum processo revolucionário pode mudar a realidade se, por sua vez, não são produzidas transformações no nível das subjetividades. Isso acontece por nos afastarmos das posições que nos levam a repetir a cena do poder colonial-capitalista que queremos combater.
Neste contexto, a revolução, longe de se reduzir a uma tomada do poder estatal, implica um processo coletivo de descolonização do inconsciente que requer uma atenção permanente a nossas forças reativas, estas que, alojadas no mais profundo das nossa subjetividades, distorcem nosso desejo para acomodá-lo aos requerimentos do regime de acumulação e nos leva a reproduzir o status quo em nossas relações e gestos cotidianos. A práxis revolucionária passa, então, por nosreapropriarmos do saber-do-corpo, esse que não é racional, mas experiencial; por questionar não o que pensamos, mas como pensamos, que mecanismos produzem o pensamento; por revelar quais palavras se afastam da alma e como isso adoece nossos corpos e almas. Passa, enfim, por recuperar a força vital, a pulsão criadora da visa, sua capacidade de transformação que é também o destino ético da vida. Nas atinadas e precisas palavras de Rolnik: “Cada vida que não se coloca à altura do que acontece, prejudica a vida de toda a sua trama relacional”.

Desde niña, mi mayor pasión es escribir. Soy periodista, madrileña y vivo en América Latina desde 2008. He colaborado con medios como Le Monde Diplomatique, Público y La Marea, y formo parte del colectivo de periodismo independiente Carro de Combate, que analiza los impactos socioambientales de lo que consumimos. Entiendo que el feminismo implica la descolonización de nuestras vidas, cuerpos y mentes y esa es una tarea cotidiana, muchas veces ardua pero también profundamente liberadora.
Desde bogotá estoy interesado en tener acceso a la revista, porque comparto la propuesta anticapitalista, antipatriarcal y ecosicialista.
articulos como este plantean nuevos discursos y acciones alternativos en la construcción de la nueva sociedad.
Saludos solidarios, fraternales e internacionalistas
Simplemente genial! un abrazo desde Colombia, gracias por compartir estas bellas ideas.
Refrescantes ideas. Muchas gracias
Excelente, me recuerdaa los procesos de desindividualizacion de dellese